Me gusta celebrar la vida, así que hoy me tomo el primer café de la mañana cantando con Carmen Sevilla. Y a la vez celebro el Día del Orgullo LGBT, y que estoy a punto de terminar de leer las segundas galeradas de mi próximo libro, que me está quedando "chupi" como diría un niño pequeño. Porque me río con los niños y con los viejos y aprovecho para reírme con todo el que puedo. Cuando voy por la calle y me cruzo con cualquier persona, no sé, alguien que barre y limpia la acera de su tienda, me paro hasta que acaba y le sonrío y él o ella me sonríen, y me ocurre igual con el taxista, con la chica o el chico del súper, los abuelos del banco que esperan a que alguien se les acerque y se ponga a hablar con ellos. El otro día una joven de unos veinte años dio con su coche al mío en un semáforo, pero sin mayores consecuencias que unos pequeños desperfectos. Tras hablar con las compañías de seguros y esas cosas, nos pusimos a hablar de arte, ya que estudia Historia del Arte. En fin, será la vida.
Será el amor:
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