viernes, 23 de junio de 2023

"¿No hacemos todo en esta vida para que nos quieran?"

Ayer mi amiga virtual Mari Carmen Torres Avilés escribió este texto en su muro, cosa que acabo de ver al abrir FB mientras me tomo un café. Lo primero que he pensado después de leerlo es que es muy generosa conmigo, además de muy simpática y agradable. Porque, ¿cuántos escritores venderían su alma al diablo, como dije una vez, quemarían sus libros, sus premios y dejarían de escribir para lograr que alguien les dijera algo así?
 
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LAS PERSONAS QUE SE GUSTAN A SÍ MISMAS.
 
"Cada mañana, de las cosas que antes leo, es el artículo diario de Justo Sotelo en su fb.
 
Para mí, eso supone algo parecido a un viaje, una experiencia sin igual que me acerca a su abrumadora cultura, con el consiguiente conocimiento que me otorga, no sólo de la literatura de todos los tiempos, sino también de filosofía, pintura, cine, música..., algo casi inabarcable, un tremendo prodigio mental que nos regala cada día, como digo.
 
No creo en los test de inteligencia, pues utilicen los parámetros que sean, y que un día estudié, llevan a la conclusión de que la misma palabra "medida" es limitante, y limitado también el "cociente" por estudiosos comúnmente aceptados, con sus límites mentales... Sea como fuere esta inteligencia superior a la media se evidencia, se palpa, se averigua, se sabe, se intuye, es clara, preclara como el agua que brota cristalina del manantial que en su caso es fuente. Fuente, en todos sus sentidos.
 
Unos dieciocho libros le avalan, de los que solo tengo dos, los "Cuentos de los Viernes" y "Poeta en Madrid". El primero citado me encantó, no tanto el segundo, que, por cierto, ha recibido muchísimas reseñas de autores mayúsculos que son verdaderas joyas, y cuya aceptación y crítica, en esa su "posmodernidad", ha sido apabullante.
 
"Los mundos de Hakuri Murakami" y "Entrevías mon amour" son obras que no me quiero perder, en realidad, ninguna.
 
Justo, dirige la mítica tertulia del Café Gijón de Madrid, ahora en Casa Manolo. Tertulias que sigo y me fascinan. Acaban de terminar esta temporada por ser verano y se reanudarán en Septiembre, cuando los estorninos.
 
Profesor de varias disciplinas en la Complutense de Madrid, es algo que me fascina..., yo le concibo como a un "Merlí", en aquella fantástica serie de Netflix...pues él también provoca entusiasmo, curiosidad, la importancia del estudio en sus alumnos... Le gusta moverse entre los jóvenes..., y tendrá entre ellos a muchas enamoradas y enamorados, sin duda, y es que no me extraña.
 
Un hombre seductor que habla y se dirige a sí mismo con las mejores palabras, "narcisista" con motivo, presume hasta de las cosas que no le gustan, como una forma de autodefinirse, trascendiendo del rebaño.
 
Me río mucho con algunas ocurrencias suyas, esas rarezas que él ve en él, pero yo no... y eso es algo que celebro. Suele terminar sus escritos con el Amor, como aglutinante máximo de todo, justo antes de compartir un enlace con la mejor música, a veces de Malher, su cuarta Sinfonía, ya que es su compositor y su música predilectas.
 
Y es que las personas que se gustan a sí mismas son las me gustan a mí, funcionan como un imán consciente. De todas sus facetas yo me quedo con la de hombre y niño, y su ternura, con la alegría que transmite y la forma de escaparse de la tristeza y el drama.
 
Resulta fácil y natural seguir a alguien así con sus cantos a la vida, al amor y a todo lo hermoso que encuentra por doquier.
 
Justo Sotelo es de las personas que se gustan a sí mismas, sí, de esas que transmiten y regalan generosas solo hermosura. Ese es Justo, el amor a sí mismo y a todo lo bello que habita en este mundo.
 
Este es el enlace de la cuarta Sinfonía de Malher, con cariño, admiración y el mayor de los abrazos:
 
M.Carmen Torres. 22 Junio 23
Campillos. Málaga".
 
(El otro día Mari Carmen me dijo que si podía quedarse con una de mis fotografías para un texto que quería dedicarme. Este post lo he ilustrado con otra foto en la Plaza de España de Madrid porque, precisamente, estaba escuchando a Mahler. El adagio de la Cuarta es una de las cosas más hermosas que se han escrito. Seguro que los ángeles escuchan algo así cada mañana en el cielo).
 

 

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