El director francogriego de "Z", "Missing" y "La caja de música" me ha interesado siempre, y con 92 años sigue haciendo cine inteligente y comprometido. Con "El último suspiro" aborda los dilemas morales de los cuidados al final de la vida. No es una defensa de la eutanasia, precisamente, sino de los cuidados paliativos, de la muerte digna. Si con Freud el tema de la sexualidad y la libido llenó el siglo XX, quizá el tema de "qué hacemos con la muerte", en un mundo cada vez más envejecido, terminará llenando el siglo XXI. En un diálogo continuo, el doctor Augustin Masset y el escritor Fabrice Toussaint se pasan la película discutiendo sobre la vida y la muerte. El médico es el guía y el escritor se deja llevar, con el fin de confrontar sus propios miedos y ansiedades. Es una película poética, donde cada paciente es una suerte de resumen de emociones, risas y lágrimas. Seguramente se quede a medias (creo que a un cineasta verdaderamente bueno hay que pedirle más, aunque es increíble que un director de más de 90 años haya filmado una película como esta), pero aun así vale la pena verla. Es tan necesaria como pueda serlo "Sorda", como dije el otro día.
.......................
Y ahora una simple anécdota. Junto a nosotros estaba sentada una señora que me dijo que la estaba molestando con mis risas antes de que empezara la película. Parece ser que le interesaban mucho los anuncios, incluso uno de colonias. Está claro que todos nos vamos a morir, pero me parece a mí que es mejor vivir con una sonrisa en los labios.
No hay comentarios:
Publicar un comentario