sábado, 31 de mayo de 2025

"Saliendo de los Golem de ver una película excepcional".


 
Actual, sincera, necesaria, puro cine, maravillosamente interpretada, humanista, humanitaria, con una última escena que voy a tardar en olvidar.
 
Souleymane (un joven de 26 años que ha dejado a su madre y a su novia en Guinea, para viajar a Argelia, Libia e Italia), y que es un ciclista repartidor de comida parisino y solicitante de asilo (de este asunto hablo continuamente a mis alumnos en la Universidad), tiene dos días para preparar su historia para una entrevista crucial para obtener un permiso de residencia.
 
Este es el tráiler subtitulado:
 
Vayan a verla.

"El escritor coqueto".


 
Podría ser el título de una de las novelas ejemplares de Cervantes, como "El amante liberal", "El licenciado Vidriera", "La ilustre fregona" o "El celoso extremeño", incluso de María de Zayas, de las que tuve que examinarme cuando estudié Teoría de la Literatura y Literatura Comparada en la Complutense, pero es otra cosa.
 
¿He dicho alguna vez que siempre me ha gustado estudiar con el fin de entender el mundo en el que vivo y del que vengo?
 
Ayer una amiga de esta red social, Carmen López Delgado, me llamó coqueto con mucha gracia, y también me la hizo a mí. Comenté que me iba a un examen y que antes me tenía que depilar, pintar y esas cosas. No dije que a veces me acerco a una sauna muy bonita de la calle José Abascal donde me pasan de una fuente a otra sin parar y de una piscina a otra, y me hago las uñas de vez en cuando, aunque últimamente ya no me pinto los ojos. ¿Eso es ser coqueto, jeje? A su vez Berta Guerra Burgos me dijo que procurara no hacerme daño al depilarme y Presina Pereiro que pusiera rubor en mis mejillas, pues queda muy bien. 
 
Esta foto me la hice el martes pasado camino de mi última tertulia. A mi izquierda se ve El Corte Inglés de Argüelles, a la derecha el Zara donde me compro la ropa y al fondo el Hotel Indigo, que toda la vida se ha llamado Hotel Tirol, donde todavía sigue el ciervo fluorescente del tejado y alguna mañana me voy a desayunar. En realidad lo que soy es un sibarita en todas las acepciones de la palabra, incluyendo la que se refiere a la ciudad de Síbaris, la antigua ciudad griega del sur de Italia, que viene del latín Sybarīta y este del griego Συβαρίτης Sybarítēs, de Σύβαρις Sýbaris 'Síbaris'. Y, hablando de "mitología", mañana me iré al Auditorio de Príncipe de Vergara para escuchar a la Orquesta Nacional de España interpretar "El sueño de Eros", poema sinfónico del alicantino Óscar Esplá basado en el poema en prosa de otro alicantino, el escritor Gabriel Miró, el mayor representante de la "novela lírica" española ("La lluvia amarilla" de Llamazares le debe mucho). Luego escucharé una obra del suizo Frank Martin, coetáneo de Miró, su "Concierto para 7 instrumentos y orquesta", para acabar con una de mis obras favoritas, la Octava sinfonía de Dvorak, como nos explica Carmen Noheda, investigadora posdoctoral del Instituto Complutense de Ciencias Musicales:
 
En realidad siempre lo acabo todo con una copa de Moet Chändon, como Dios manda.

viernes, 30 de mayo de 2025

"Dar besos es bueno para la salud".


 
Hoy es viernes y se inaugura la Feria del Libro del Retiro. 
 
"Aquello fue otro cantar. Toda la semana esperando al viernes, como quien espera a su enamorado, sabiendo que durará para siempre". (Pilar Benito).
 
Hace más de diez años me acerqué a firmar a la Feria del Libro de Rivas, a las afueras de Madrid. Tan solo había estado una vez allí, en concreto en el convento mercedario y la capilla del Cristo de Rivas, un majestuoso edificio herreriano construido en el lugar de la ermita dedicada a Santa Cecilia del siglo XIII (segunda foto), para la boda de uno de mis amigos íntimos, donde, por cierto, me hicieron hablar. Me apetecía volver a un lugar que me sonaba desde el colegio por los libros del Duque de Rivas, el escritor romántico de "Don Álvaro o la fuerza del sino". El caso es que por esa feria apareció, sonriente, la profesora de Historia Pilar Benito para conocerme y que le dedicara "Entrevías mon amour". Se leyó esa novela y otros libros míos, luego se incorporó a mi tertulia y viene siempre que puede, pues a menudo se marcha a Senegal con una ONG para dar clase e intentar mejorar la vida de la gente. En otra ocasión América Serrano buscó la caseta de la Feria del Libro del Retiro donde estaba firmando y nos dimos un beso (es una de las cosas bonitas que tiene ser escritor, que las mujeres te quieren besar). Hace unos días me regaló la tercera foto. América es mi "chica Llongueras", pues fue modelo de este conocido peluquero. Durante una época me fui todos los meses a cortarme el pelo a su local de Claudio Coello, más o menos donde el coche de Carrero Blanco saltó por los aires. La cuarta fotografía con "Entrevías mon amour", como si se cerrara el círculo del texto, me la envió el otro día por Messenger el escritor sevillano Santiago Méndez. Pero aún añado otra foto más, la quinta, que me envió ayer por la tarde el escritor Juan Tena, que me dijo que estaba releyendo "Un hombre que se parecía a Al Pacino". 
 
La primera fotografía me la saqué camino de la terracita del Círculo de Bellas Artes, al lado de donde Valle-Inclán tuvo su famosa tertulia. He decido desayunar allí algunas mañanas de primavera para ver si soy capaz de escribir una novela. Mi problema es que a lo mejor me quedo mirando a la gente, a los perros que se paran, contentos, en todas las esquinas, a los niños pidiendo helados y a las parejas que se besan.
Verdi compuso una ópera basada en la obra del Duque de Rivas. Su obertura es preciosa:
 
Hoy es viernes, como quien espera a su enamorado para darle un beso.
 

 



jueves, 29 de mayo de 2025

"Aprecio a esta poeta".


 
Conocí a Aurora da Cruz hace más de diez años, se incorporó a mi tertulia y hemos compartido unas cuantas historias desde entonces. Hoy presenta su segundo libro de poemas, "Tratado sobre poesía moderna y creo que ninguna otra dolencia", que me regaló hace un año, exactamente, aún sin publicar (en la foto). Es un libro diferente, y por eso me interesa. Me ha hecho pensar en el hecho creativo y en cómo se puede seguir escribiendo poesía después de Rilke, Pound, Eliot o Juan Ramón. A Aurora le duelen algunas cosas en el mundo de la literatura, como leer siempre lo mismo, encontrarse las mismas metáforas de siempre, los amores y desamores habituales. De ahí la segunda parte del título de su libro. A medida que lo leía escuchaba una música que no se me iba de la cabeza, de Arvo Pärt, "Spiegel im Spiegel", es decir, "Espejos en el espejo", con esos reflejos infinitos que siempre nos atrapan cuando estamos delante de uno de ellos. Me gusta ser contemporáneo de escritores y músicos que ponen mi mente en movimiento. El cuerpo humano se mueve, entonces, con la música y la poesía:
 
Quizá no llegue a la presentación del libro, aunque hemos quedado que nos hablará de él en mi tertulia el próximo curso (yo también lo haré). Hoy voy a estar todo el día en un Congreso de Cáritas. Quiero saber cómo puedo ayudar a la gente que lo necesita. Ya sé que es imposible, pero ojalá pudiera hacer algo para que las personas no mueran en los cayucos (esos troncos de árboles vacíos, de palmeras o de ceibas). Hacer algo para acabar con las guerras y las muertes de todos los niños del mundo.

miércoles, 28 de mayo de 2025

"La poesía de Ana Belén Martín Vázquez como la música de Satie".


 
No puedo contar lo que ocurre cada martes en mis tertulias porque es casi imposible describir la magia. Por eso siempre procuro hablar de la atmósfera, lo que queda en mi percepción de la realidad o la irrealidad después de hora y media de discusión intelectual sobre la literatura y el arte, y ahora escribo mientras amanece y me tomo un café.
 
Las Gymnopédies y las Gnossiennes nos llevan hasta París, entre los siglos XIX y XX, pero ayer por la tarde, a eso de las 18.30, tuve la sensación de que se escuchaban en el barrio de Argüelles, en pleno centro de Madrid. Erik Satie perteneció a la vanguardia de su época. Cada una de las tres Gymnopédies está escrita en dos secciones, y una línea melódica constituida sobre una escala modal junto con un acompañamiento rítmicamente estático. No hay desarrollo motívico ni armónico. Las tres Gnossiennes son experimentales en la forma, el ritmo y la estructura de acordes. Escritas en compás libre (es decir, sin indicaciones de compás ni barras de compás), cada una puede considerarse fácilmente métrica (compás de 4/4):
 
Al leer los libros de Ana Belén publicados por Bartleby, "De paso por los días" (2016) y "Astillas" (2024) encontré ese lenguaje evocador que busca transmitir las sensaciones, emociones y percepciones de manera vívida y envolvente. Los poetas sensoriales se inspiran en la naturaleza, emociones y experiencias cotidianas (por ejemplo en un parque como el Retiro o lo más profundo de sus entrañas), creando así un puente entre el mundo exterior y el mundo interior a través de la poesía. Es la utilización de metáforas, de imágenes evocadoras y descripciones detalladas de lo que se ve y se siente, y que se deja reposar en el interior de cada uno, sin prisas, sin urgencias. Es una poesía que nos invita a sumergirnos en un mundo de experiencias sensoriales, estimulando la imaginación y despertando emociones profundas.
 
"Sonidos".
 
Las hojas de los árboles
ponen música a la tarde.
 
Remolino de vuelos,
crujidos, chasquidos, zumbidos,
sobresaltos en el parque.
 
Chocan, se rozan entre sí,
golpean bancos y columpios;
son el eco extraño
de papeleras huecas.
 
Inquietan en su espiral
de amenaza y violencia".
 
("Sonidos", de "El paso por los días", 2016, Bartleby).
 
"Te vas de paseo al cansancio.
 
Vuelves con la mirada rota
y los pies abiertos.
 
¿Para qué caminar en balde?
 
Se equivocaron las voces
tan bien intencionadas.
 
Es siempre en círculo,
hasta la grieta y el laberinto".
 
(De "Astillas", 2014, Bartleby).
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En fin, otra tertulia en la que volví a ser feliz. Mientras pagaba mi manzanilla, dos de mis amigas me dijeron que soy un poco "malote" y que a las mujeres ya no les gustan malotes. 
 
Pero esa es otra historia.

martes, 27 de mayo de 2025

"Mi lectora modelo en Oviedo".


 

En la tertulia que dedicamos al filósofo alemán Walter Benjamin salió a relucir el asunto relativo al "lector ideal". Umberto Eco escribió las "Apostillas a El nombre de la rosa" tras el éxito de su novela. En ellas explica algunas cosas interesantes de teoría literaria y menciona la figura del "lector ideal o modelo", aunque no es de su invención, por supuesto. Este es el pequeño tratado que hemos analizado en varias ocasiones en mi tertulia:

https://historiata.wordpress.com/wp-content/uploads/2020/01/apostillas-a-el-nombre-de-la-rosa.pdf

En la página 22 de esas "Apostillas", Eco dice: "¿Qué lector modelo quería yo mientras escribía? Un cómplice, sin duda, que entrase en mi juego. Lo que yo quería era volverme totalmente medieval y vivir en el Medioevo como si fuese mi época (y viceversa). Pero al mismo tiempo quería, con todas mis fuerzas, que se perfilase una figura de lector que, superada la iniciación, se convirtiera en mi presa, o sea en la presa del texto, y pensase que solo podía querer lo que el texto le ofrecía. Un texto quiere ser una experiencia de transformación para su lector (...)"

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La artista y maestra Mercedes Rodriguez Arias lee o relee mi novela "Poeta en Madrid" (Huso, 2021) en esta foto que me envió el otro día. Eco era un tipo inteligente y seguro que se habría dejado seducir por la lectura de Mercedes, como me seduce a mí el "Carnaval" de Schumann, una de las obras de piano que más he escuchado. Ya he comentado que, analíticamente, mi forma de escribir sigue el ritmo de la música; si no le suena bien a mi oído, lo corrijo todas las veces que haga falta, como si me tiro años. El primer lector (y crítico) de mis libros soy yo, quizá porque me acostumbraron desde niño, en casa, a hacer bien las cosas. De Schumann volveré a hablar cuando reflexione un poco sobre el concierto que el mes que viene cerrará la temporada de la Orquesta Nacional de España, una de las cumbres del Romanticismo:

https://www.youtube.com/watch?v=dB6UCcpeLQA

¿He dicho alguna vez que me gustan Lord Byron y Óscar Wilde?

lunes, 26 de mayo de 2025

La poeta Ana Belén Martín Vázquez en "la tertulia de los amigos de Justo".


 
Será este próximo martes a las 18.30 en el Hotel Indigo de la calle Marqués de Urquijo 4, en Argüelles. 
 
Lo cuento en un pequeño video que grabé mientras leía sus poemas y tomaba el sol en un banco, en uno de los sitios más bonitos de Madrid, es decir, del mundo.
 
En fin, la vida.

domingo, 25 de mayo de 2025

"La felicidad es eso: es tenernos los unos a los otros".


 
A Vicente Quijano no lo conozco en persona, aunque nos vemos por aquí desde hace tiempo. Como casi siempre hablo de esa parte de mi "educación sentimental" (que diría Flaubert) que recibí siendo un adolescente en los cines Alphaville, después Golem, y Renoir, un día me dijo que él también había sido un asiduo de estos cines. Otro día hablé de Nanni Morettti, uno de los cineastas más inteligentes que he encontrado en el cine, y sus viajes en Vespa por Roma de "Caro diario" (1993), y él me dijo que también los había hecho en moto por Madrid y que sus dos hijas le llamaban el Moretti madrileño:
 
El otro día me dijo que una de sus hijas, Amaya, había escrito un libro para su hermana, Nuria, "Le conocí en un VIPS", que ha publicado el pasado mes de abril, al cumplirse los cuatro años de la muerte del marido de esta y deseaba hacerle este regalo. Me preguntó si podía dedicar una hora a leerlo. Vicente me conoce bien desde la distancia, creo, y sabe que no voy a perder el tiempo leyendo a las editoriales multimillonarias ni los libros a los que regalan los premios conocidos. Y no me interesan las grandilocuencias de los magnates convencidos de dominar el mundo, pero que en su fuero interno saben que no los quiere nadie (quítale el poder y el dinero y el rey tal vez comprenda que está desnudo). En la página 62 Amaya escribe: "La felicidad es eso: es tenernos los unos a los otros, que alguien te agarre cuando estás a punto de volver a caerte, y seguir caminando. David se fue y lo único que podemos hacer es aprender a vivir sin él (...)" Es una hermosa carta de amor muy bien escrita que utiliza como leitmotiv la música, 30 años en 30 canciones, como la de esta banda de Gandía que los había unido:
 
La felicidad es algo así.

sábado, 24 de mayo de 2025

"Noche oscura del alma".


  

Después de buscar el otro día los poemas de Santa Teresa de Jesús en Alba de Tormes, ayer necesité buscar los de San Juan de la Cruz. Camino de Segovia y de su tumba, en la Fuencisla (donde saqué las fotos, con el río Eresma), cantaba Loreena Mc Kennitt. La voz de esta canadiense con ascendencia irlandesa y escocesa me trasladó a un lugar indefinible, inefable, sin fronteras:

Y ya en Segovia leí el poema que San Juan de la Cruz escribió en torno a 1578:
 
"En una noche oscura,
con ansias, en amores inflamada,
¡oh dichosa ventura!,
salí sin ser notada,
estando ya mi casa sosegada.
 
A oscuras y segura,
por la secreta escala, disfrazada,
¡oh dichosa ventura!,
a oscuras y en celada,
estando ya mi casa sosegada.
 
En la noche dichosa,
en secreto, que nadie me veía,
ni yo miraba cosa,
sin otra luz y guía
sino la que en el corazón ardía.
 
Aquésta me guiaba
más cierto que la luz del mediodía,
a donde me esperaba
quien yo bien me sabía,
en parte donde nadie parecía.
 
¡Oh noche, que guiaste!
¡Oh noche, amable más que el alborada!
¡Oh noche, que juntaste
Amado con amada,
amada en el Amado transformada!
 
En mi pecho florido,
que entero para él solo se guardaba,
allí quedó dormido
y yo le regalaba
y el ventalle de cedros aire daba.
 
El aire de la almena,
cuando yo sus cabellos esparcía,
con su mano serena,
en mi cuello hería,
y todos mis sentidos suspendía.
 
Quedéme y olvidéme,
el rostro recliné sobre el Amado,
cesó todo y dejéme,
dejando mi cuidado
entre las azucenas olvidado".
 
Es una forma de convertir"a lo divino" la mejor poesía española del Renacimiento, de Garcilaso a fray Luis de León, como me dijo una vez mi profesor y amigo Ángel García Galiano. San Juan elige la lira (cinco versos de 7 y 11 sílabas que riman en consonante, aBabB), y nos ofrece símbolos que nos conducen a un misterio abierto. A todos nos conmueven "la noche oscura" y la "llama de amor vivo" porque todos hemos vivido algunas situaciones que pueden aproximarse a esas. Para expresar el misterio, recurre San Juan a los opósitos, las aparentes contradicciones. La oscuridad es una guía, más cierta que la luz; la noche, más amable que la alborada; la soledad es sonora; la música, callada. Y no es necesario creer. Ya nos lo dijo Luis Cernuda: "¿En qué poeta hallamos expresiones tan puras y reveladoras sobre el amor?" La ambición máxima de cualquier escritor es asomarse a las fronteras últimas del misterio. Es uno de los mayores poetas de todos los tiempos porque hace "fable" (expresable) lo "inefable", lo que no se puede expresar. Usando los términos de Kant, no nos da "lo bello" sino "lo sublime", lo que supera las reglas. Más allá de los conceptos, su poesía se acerca a la música y nos eleva a la más alta espiritualidad.
 
Y yo lo sé.
 

 


viernes, 23 de mayo de 2025

"Los colores del arcoíris".


 
Hace unos días la artista de Elche Clariola Fenoll García, que ha leído varios de mis libros, se preguntaba por aquí lo siguiente: "Madre mía, no quiero ni pensar cómo serías en tu adolescencia". Y ahora la voy a contestar, mientras me tomo el primer café de una bonita mañana de primavera y antes de subirme al coche en busca de la memoria de San Juan de la Cruz, como el otro día busqué la de Santa Teresa de Jesús. Era un chico miope y muy estudioso. Me gustaban todas las asignaturas, Matemáticas, Física y Química, Historia, Literatura y demás, salvo gimnasia, porque se sudaba mucho. Supongo que por eso mismo me dieron el Premio Nacional de Bachillerato. En el "test de CI" saqué más de 150 y en unas pruebas de conocimiento en la mili (fui uno de los últimos que la hizo) me echaron la bronca por no querer contestar a las preguntas de mecánica, electricidad, deportes y eso, alegando que me aburrían. Como en los tests de cultura saqué un 10, pedí que me rebajaran de hacer gimnasia y correr, locamente, por el campo donde te llenabas de polvo con tanta tierra y hormigas. Por otra parte siempre sentí una inclinación a ayudar a los demás, a los más débiles, sobre todo si los atacaban los racistas, homófobos o machistas habituales, y así me han echado de más de un trabajo por defender a los negros y a los homosexuales. Si veía por el pasillo del colegio a un chico en silla de ruedas, le llevaba adonde me dijera, lo que también me sucedió en la Universidad Complutense cuando estudié la carrera de Teoría de la Literatura más mayor (este fin de semana he estado hablando por teléfono con José Ángel, con el que me apetece mantener la amistad, a pesar de que viva en un pueblo de Toledo). Y en cuanto al poder, desde joven supe que también me aburría. Yo quería ser libre, independiente, vivir a mi aire. Como he contado alguna vez, cuando los dos partidos importantes españoles me ofrecieron el cargo de Secretario de Estado de Medio Ambiente siendo ya catedrático y después de haber escrito un libro sobre el tema, dije que no, por supuesto. Otro de los libros que he escrito ha sido sobre Ética, con el profesor Jaime Marchesi (al que volví a ver el domingo después de varios años en una fiesta). No tardé en dimitir como secretario de departamento en una Universidad, y luego como Vicedecano. El poder siempre supone burocracia, coches oficiales, reuniones a todas horas, etcétera, y eso me produce una indiferencia absoluta, además de quitarme tiempo para leer, escribir y sentarme tranquilamente en una terracita, al sol, para ver a la gente y perder el tiempo. 
 
Del tema sentimental no pienso hablar.
 
Lo que realmente me ha llamado siempre la atención es conocer lo que hay más allá del arcoíris:
 

jueves, 22 de mayo de 2025

"La ciencia demuestra que el verdadero camino para el éxito es ser amable y honesto".


Comiendo ayer en una terracita con mis amigos profesores de toda la vida (al menos de una de mis vidas), el poeta y editor José Manuel Suárez, el filósofo Patricio Herráez, el escritor y economista Pepe Villacís y el estadístico y óptico Antonio Franco, saqué este tema de conversación, pero no estuvieron de acuerdo con mis apreciaciones, lo que tampoco me quita el sueño.
 
Un profesor de Geografía está dando clase en la Universidad de una ciudad española, y en ese momento su mujer se va de casa. Cuando él se entera sabe que no debe ir detrás de ella porque ella no quiere que lo haga. Acaba de decir a sus alumnos que el mundo cabe en un dibujo y poco después rompe el mapa que tenía en su casa. Su mujer era serbia, él se irá a Portugal para trabajar de jardinero en la quinta de una mujer que nació en Angola y con él me iré yo un par de horas. He sido muy feliz paseando por ese país, desde que pisé Lisboa por primera vez para ver una ópera de Mozart en el teatro San Carlos. Y, mientras recuerdo el argumento de una película con aroma a Erice, Rohmer y Allen que vi en los Renoir el jueves pasado dirigida por una valenciana que estudió arquitectura, mi amiga Silvia López, que es catalana y que me habló en su día del norteamericano Peter Cincotti, un cantante blanco de jazz al que dediqué uno de mis "Cuentos de los otros" (2017), me envía un Wasap con una interesante entrevista a Jamil Zaki, un profesor de psicología de Stanford que ahora está dando clase en Madrid, en la división española de su Universidad, y que ha escrito el ensayo "Esperanza para cínicos" (2025, Paidós). La frase inicial es de él y forma parte del titular con el que se encabeza el artículo publicado en El Mundo la semana pasada:
 
"Frente al cliché de que la gente amoral prospera más, la ciencia demuestra que el mejor camino para el éxito es ser amable y honesto".
Esta es la entrevista a Jamil Zaki:
 
Este es el tráiler de la película:
 
Y esta es la canción de Cincotti que estoy escuchando mientras me tomo un café:
 
Vuelve a ser jueves, hace un tiempo estupendo y sé que la bondad es la fuerza más poderosa que existe y también que los mapas no deberían tener fronteras. Seguramente ni siquiera tendría que haber mapas. 
 
Todos los lugares se reducen a uno.
 


 

miércoles, 21 de mayo de 2025

"Saliendo del cine de ver una película sobre Jane Austen".


 
Todo lo que sea literatura me gusta. Y es agradable ver una historia actual de una joven que quiere ser escritora. 
 
¿Puede surgir el amor de un hombre y una mujer entre libros?
 
Además buena parte de la película se desarrolla en Shakespeare and company. ¿Quién no se ha besado alguna vez dentro o fuera de esa librería de París, frente a Notre-Dame?

"Y Javier perdió el libro que me había dedicado".



 
Sin embargo los miembros de mi tertulia no nos perdimos y fuimos a la presentación del último libro de poemas de mi papi literario. Y así escuchamos atentamente a la arquitecta María José Muñoz Spínola y al profesor y poeta Pedro López Lara. Y después a Javier cuando nos habló del poeta total y del síndrome de Adriano (ese viajero que se quiere llevar a su casa todas las cosas hermosas que ha encontrado en el camino), y hubiera seguido hablando varios días sin parar, pero nos tuvimos que ir a las 8. Y para recuperar fuerzas le habría tenido que invitar a unos callos y unas mollejas. Ni siquiera me dio tiempo a montar un poco de jaleo, como hago siempre en nuestras tertulias, para discutir sobre el mar y los peces, es decir, sobre la forma y el fondo de la literatura, los personajes y la voz poética, el tiempo y el espacio, en fin, esas cosas tan divertidas de la creación artística, ya que si no nos divertimos ni hay creación ni hay nada. Sin embargo no apareció el ejemplar que me dedicó Javier, así que alguien se habrá quedado con sus palabras de amor hacia mí. 
 
Ya que el libro se refiere a su visita a Brasil en los 90, ahora me tomo un café escuchando una música brasileña que me gusta mucho:
 
En cierto momento, Javier se lamentó de que había sido un "poeta enterrado" durante cincuenta años por el profesor que también había en él. Creo que tiene que estar feliz a estas alturas de su vida, pues ha conseguido ser un "poeta total", como su querido Juan Ramón, y eso no se lo digo a todos.

lunes, 19 de mayo de 2025

A 10 años de la presentación de los "Cuentos de los viernes", de Justo Sotelo, por Almudena Mestre.

 


1. La segunda oralidad.
 

La presentación del libro "Cuentos de los Viernes" con la maravillosa portada de Gabriela Amoros Seller (Paleoarte e ilustración científica en Arte y Ciencia, y escritora) tuvo lugar exactamente hoy hace diez años en el "Café Este Oeste", donde se contó con la presencia de destacados literatos como Tomás Albadalejo y Javier Lostalé Alonso y, por supuesto, su editor Pepo Paz Saz, quienes elogiaron la obra y el enfoque del autor hacia la narrativa contemporánea. Albadalejo analizó el formato del libro y los elementos literarios empleados por Sotelo, como la mímesis y la metáfora, que consiguen una conexión profunda con el lector. Los relatos abordan una historia de amor de dos personajes sin nombre, Él y Ella, con los que explorar emociones y sensaciones profundas. El estilo narrativo se adapta a la llamada "segunda oralidad" contemporánea, a partir de relatos breves que combinan imágenes y metáforas para transmitir su mensaje. Además se plantea la idea de que los cuentos pueden distorsionar la realidad, invitando al lector a reflexionar sobre la línea entre ficción y realidad. Esta "segunda oralidad" se refleja en la adaptación de la narrativa a las nuevas formas de comunicación digital, donde la brevedad y la combinación de imágenes y metáforas son esenciales para captar la atención del lector. En primer lugar, Sotelo utiliza relatos breves que permiten que los lectores disfruten de sus historias adaptándose a los hábitos de lectura contemporáneos, con un lenguaje accesible y directo. En su esencia el lenguaje es poético y sensual a pesar de ser un género narrativo. La poesía es una forma de filosofía con ideas, de creación y "poiesis" donde existe una afloración manifiesta de comunicación. Los relatos del autor entrañan un origen del Todo, ya sea del amor, la humanidad, el encuentro, el sexo donde permanece una estructura incardinada y un proceso trascendente, puramente mental hacia el exterior. 
 
2. La estructura.
 
En la parte UNO, Ella y Él comienzan a despojarse de su interior, de su yo, de su propio ser. Sus cuerpos trascienden a lo más profundo del hombre; los besos, los deseos, los sentidos forman parte de un entramado sensorial en el que el hombre y la mujer despliegan su imagen humana. Los olores, los sabores, las percepciones de cada silueta corporal despiertan a la vida con sensaciones que se transmiten poco a poco, página a página. Es el origen donde afloran los deseos a través de los sentidos. El tiempo se diluye en el olvido de los amantes donde los deseos se transforman en literatura en la parte DOS, para lanzarse a una eternidad sublimada y fundida en un solo cuerpo y en un solo espíritu. Sus almas se funden en el universo y se encuentran a través de imágenes de su infancia y de sus recuerdos por medio de sombras y claroscuros llenos de esplendor y gloria. En la parte TRES, la belleza y la contemplación tienen lugar en cada relato donde la fusión de Él y Ella, Ella y Él, es absoluta y completa en el propio universo. La creación y la estética alcanzan el clímax en la poeticidad de los cuentos en donde las diferencias estilísticas alcanzan la sublimación del ser humano.
 
3. El poeta es un fingidor, como diría Pessoa.
 
Los "Cuentos de los viernes" se inician con una alusión en el prólogo al libro de Umberto Eco "Entre mentira e ironía", donde parece que el signo sirve para mentir. Se utiliza a veces la semiótica como teoría de la mentira, en la que la lingüística es para él una semiótica de ese lenguaje verbal que, a su vez, demanda cuestiones filosóficas fundamentales. Sin embargo, Eco no se plantea problemas filosóficos al empezar a escribir una novela, sino solo preguntas sin respuestas. Así define la semiótica en su "Tratado de semiótica general" como “la disciplina que estudia todo lo que puede usarse para mentir”. Hoy en día, en la era de los avances tecnológicos, Internet es el medio de información y transmisión por antonomasia y Google uno de los buscadores por excelencia en el mercado donde existe la posibilidad de la mentira, al aumentar la probabilidad de la representación y la creatividad. Esos signos que aparecen en Internet, en las redes sociales y en los más sofisticados medios de comunicación, tienen la capacidad de mentir del mismo modo que decir la verdad. Lo importante es la forma en que se transmiten los mensajes y el impacto que pueda generar en el receptor, no tanto el contenido. La imagen y el símbolo mediatizan la realidad y la veracidad de los hechos. Realmente esas mentiras también existen en el lenguaje, la literatura, la ciencia, el habla. 
 
4. Sotelo, Cortázar y Borges.
 
Los pensamientos filosóficos de Sotelo se plasman con profundidad en cada una de las partes ahondando del mismo modo en sus influencias y preferencias literarias. Así, al igual que Borges, nuestro autor es poseedor de una enorme cultura clásica que transporta a sus relatos por medio de un mundo ideal repleto de símbolos y referencias míticas. Existen numerosos paralelismos entre los cuentos de Justo Sotelo, Julio Cortázar y Jorge Luis Borges. El autor trascendente a la realidad, sobrepasa los hechos reales y los integra en un mundo fantástico al igual que Borges, y se sumerge en una metafísica del tiempo, el espacio y el infinito. La ficción se encarna con la realidad y a través del origen de todos los temas que Sotelo alude en sus cuentos se llega a desengranar el sentido de la vida. Alazraki afirma que los textos fantásticos no buscan quebrantar la realidad sino más bien pretenden percibirla de modo diferente y de modo más profundo que el racionalismo. La delimitación de lo fantástico hecha por Tzvetan Todorov invita a la vacilación del lector; tal vez no seamos capaces de distinguir con claridad qué es lo real y qué es lo soñado. Quizá el lector lea los sucesos que nos cuenta Justo Sotelo como si estuviera en el interior de la conciencia de cada uno de los personajes y vacile primero como lector y después como personaje. Es necesario que el lector de un texto decida si percibe o no la realidad según el modo en que la ve y la lee o por el contrario acepta el pacto narrativo del autor y entra en un mundo de ficción para verla distorsionada. Todorov resalta la ambigüedad de los cuentos de Cortázar como paradigma de “lo fantástico puro”. Tanto Justo como Cortázar son capaces de producir efectos fantásticos utilizando los procedimientos adecuados que los definen y caracterizan. Usan desdoblamientos, usurpaciones del “yo” y ciertas inversiones temporales.
 
5. En conclusión.
 
¿Ficción o realidad? ¿Todos los que estuvimos en la presentación, hace diez años exactamente, del libro "Cuentos de los Viernes" de Justo Sotelo estuvimos allí o fue pura ilusión óptica generada por una foto que un escritor de la ficción del XXI nos colocó hace tiempo en su muro de Facebook? ¿Existe realmente este escritor o es un sueño de sus lectores y el doble de alguien que existió en alguna época pasada? 
 
Enhorabuena, escritor, por una década ya de felicidad tras la lectura de tus cuentos.