Soy de los que piensan que el que no se ríe es porque no quiere. El que no se divierte es porque no quiere. El que no es feliz es porque no quiere.
Y el que no es romántico y disfruta de una tarde de lluvia también es porque no quiere.
Ayer por la tarde Miriam López Muñoz, nuestra escritora invitada a la tertulia, me envió un pequeño video desde un pueblecito cerca de Olot, en la Garrotxa, una tierra llena de volcanes que está a un paso de los Pirineos. Llovía con rayos y truenos, y ya hubieran querido ese paisaje Lord Byron y sus amigos cuando se reunieron a principios del siglo XIX cerca de un lago suizo y nació "Frankenstein":
Y después, entre las 18.30 y más de las 20, mantuvimos una tertulia apasionada y apasionante sobre el hecho creativo desde el punto de vista del libro de Miriam, "Un bolígrafo intrépido" (2024, Indie), con la intervención de todos mis amigos (no quiero olvidarme de nuestra maestra mexicana Mariola Satorre, quien después de trabajar en su colegio, con la diferencia horaria de su país, se conectó con el móvil desde el coche). Miriam nos leyó uno de los textos breves de su libro y nos habló de la Imaginación, la creatividad y la constancia que son esenciales en su libro, con el que estará en la Feria del Retiro el mes que viene. Igualmente pedí que hablaran Silvia, su hermana, y Rosa María, su madre. En cierto momento quise recordar que hoy celebran los papás (el padre se llama Luis) el 60 aniversario de su boda.
Y hablando de la familia, cuando conocí a Silvia me habló de una de sus tías, una artista y modelo llamada Margit Kocsis, y ayer también la quise mencionar en la tertulia como musa inspiradora de arte:
Reconozco que me lo paso muy bien. Todas mis amigas son hermosas e inteligentes y la vida es bella.
Mientras amanece, escribo este texto y me tomo un café escucho cantar a los pájaros en la terraza.
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