Ahí estoy de conversación con Torrente Ballester en el Café Novelty de la Plaza Mayor de Salamanca. Unamuno está detrás escuchando lo que decimos. Sabe que de joven me leí sus principales libros y que no he olvidado "El sentimiento trágico de la vida". También sabe que Torrente Ballester es uno de los novelistas españoles que más me interesan, y me está contando que acaba de terminar su novela "Don Juan", siguiendo el mito que inició "oficialmente" Tirso de Molina con el "Burlador de Sevilla", aunque las raíces sean un poco anteriores. Yo le digo que muchos años después escribiré un ensayo sobre "el mito de Don Juan" para el Máster de Estudios Literarios que haré en la Complutense. Gracias a la literatura nos hemos ido hasta 1963 y esto no es ni Salamanca ni Sevilla. Hemos viajado a París y Leporello está a punto de entrar por la puerta del café. Tanto Torrente Ballester como yo guardamos un secreto, pero no pensamos desvelarlo hasta la última página de la novela. Antes de irme le comento que mañana no tenemos la "tertulia de los amigos de Justo" en Argüelles, sino que nos vamos a ir a la presentación del último libro de poemas de Javier del Prado en el Café Comercial, a las 19.
Como ya han pasado las lluvias, lo que a mí me gustaría es escribir algún día algo parecido a "La saga/fuga de J.B." y ponerme a bailar bajo la lluvia:
Ayer, en una fiesta, un amigo que siempre ha dicho que yo era un actor de cine típico de las películas de Scorsese se quedó mirando a Justo Jr. y dijo que el que ya parecía un actor de cine era él. En fin, voy a tener que salir a la calle con paraguas.
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