domingo, 29 de septiembre de 2019

"La disociación de la sensibilidad".

Ayer estuve paseando por una playa de difícil acceso y en cierto momento empezó a subir la manera sin que me diera cuenta de ello. Decidí seguir mi camino mientras que el sonido de las olas se difuminaba en el horizonte de mis pisadas. Me senté en la arena delgada y leí durante un tiempo difícil de precisar el primero de los "Cuatro Cuartetos" de Eliot. Al terminarlo volví al principio.

"Tanto el tiempo del presente como el tiempo del pasado
quizá estén presentes en el tiempo del futuro
y el tiempo del futuro dentro del tiempo del pasado.
Si todo el tiempo es un eterno presente,
todo el tiempo es irredimible.
Lo que pudo haber sido es un abstracto,
una constante posibilidad perpetua
en un mundo especular cerrado.
Lo que pudo haber sido y lo que ha sido
avanzan hacia un solo fin, siempre presente.
Eco de pasos en la memoria
abajo en el camino que no tomamos
hacia la puerta que nunca abrimos
en el jardín de rosas..."

Al regresar la marea había bajado y pude subir las escaleras. Entonces volví la cabeza y miré hacia abajo. Aunque el agua había pasado por encima, mis pisadas de por la mañana continuaban allí.



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