Una de las ventajas de las
novelas cortas es que se pueden releer en poco tiempo; si además tienen
calidad, no se olvidan nunca. Esta noche me he dormido tarde releyendo
la historia de Jay Gatsby, un tipo que se hizo a sí mismo, un triunfador
multimillonario que a la vez es un perdedor. Estamos en los locos años
20, tras el dominio del "cosmopolitismo" al que puso fin la Primera
Guerra Mundial y la recuperación de las ganas de vivir, bailar y
reír. También de la hiperinflación y la deuda pública para pagar la
guerra. Como cuento a mis alumnos, será un periodo muy interesante que
termine con al crack del 29 y continúe con la Segunda Guerra Mundial. A
partir de entonces el capitalismo se reinventará de nuevo también a sí
mismo, como el propio Gatsby, con su enigmático pasado. Desde joven
Scott Fitzgerald lo tuvo todo y lo perdió todo, pero mientras eso
ocurría escribió una novela inmortal que le hubiera gustado escribir al
mismísimo William Faulkner, por lo que sé del Premio Nobel.
Como Scott Fitzgerarld, yo también he pensado siempre que la vida es un
asunto romántico, en la que se puede bailar una música como esta:
https://www.youtube.com/watch?v=F5y0hSqO48U
https://www.youtube.com/watch?v=F5y0hSqO48U
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