Pues porque no se compran libros y cada vez nos interesa menos la buena literatura.
Ayer estuve un rato sentado en un Café situado enfrente de esa librería
de las artes en la calle Príncipe, junto a la Plaza Santa Ana, en pleno
dentro de Madrid, y donde transcurre mi última novela. Si no recuerdo
mal, hace años esa librería se llamaba "La Celestina" y estaba cerca, en
la calle Huertas. Siempre que Paqui y yo pasábamos por delante el dueño
nos decía que parecíamos dos actores, de cine o teatro, del Español o de la Comedia, por ejemplo, que también están al lado.
Lo que ahora quería contar es que durante la hora y pico que estuve en
el Café no entró nadie a la librería y lo peor es que tampoco nadie se
detuvo en el escaparate para mirar los libros, básicamente de
literatura, teatro y arte.
En fin, teniendo en cuenta que la literatura cada vez nos interesa menos, voy a ponerme a escribir literatura durante un rato, a ver si no se me olvida cómo se crean mundos, con narradores, personajes, tramas, tiempo, espacio y discurso.
En fin, teniendo en cuenta que la literatura cada vez nos interesa menos, voy a ponerme a escribir literatura durante un rato, a ver si no se me olvida cómo se crean mundos, con narradores, personajes, tramas, tiempo, espacio y discurso.
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