Una alumna acaba de decirme buenas noches al salir de clase, aunque solo son las siete de la tarde.
En un caso como este, Kant terminó escribiendo la "crítica del juicio".
En el coche se escucha la Novena de Bruckner con estruendo. Lo detengo para escribir este post.
En un instante se han reunido en mi cabeza los siglos XVIII, XIX, XX y XXI.
Es la magia del cerebro humano.
Atardece.
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