Es un libro de poemas que habla de la mujer en toda su extensión, de la mujer hija, la mujer madre, la mujer casada y la mujer sola, que regresa al principio para que continúe produciéndose el círculo de la existencia. Hace unos días la escritora tinerfeña Lali Villavicencio me envió la portada de su primer libro de poemas, que se publicará el mes que viene. Javier Del Prado y yo le hemos escrito el prólogo. Aparte de su don natural, ese "furor" platónico, Lali se puede pasar las horas muertas leyendo a los grandes poetas en la biblioteca de Buenavista del Norte, en Tenerife, y llegar tarde a una cita conmigo después de perder la noción del tiempo. En la contraportada se ven varias frases de Javier y mías, y el poema sobre la mujer que sirve como síntesis. En la tercera estoy con ella en el jardín del Ateneo de La Orotava, en el norte de Tenerife, donde nos hemos tomado más de un café a lo largo de estos últimos 10 o 12 años.
En un viaje a Madrid camino de Nueva York, la llevé de paseo por las calles que más me gustan, la subí hasta la terraza del Círculo de Bellas Artes (uno de los lugares más bonitos de Madrid), fuimos a un recital de poesía en La Casa Encendida y le dediqué el "Nessun Dorma" de Puccini interpretado por Franco Corelli. En otro viaje me acerqué a buscarla a Barajas con el coche; en aquella ocasión viajó con la escritora, también tinerfeña, María Felina León Beltrán. Ella es quien le ha animado hasta lo indecible a publicar este libro, y se ha ocupado de él.
Va por ellas, y que "nadie duerma", sobre todo cuando las personas llevan el arte en las venas, aunque no necesiten publicar ningún libro para ser poetas:
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