Camine por donde camine, sé que Quevedo logra sintetizar, con unas pocas palabras, la única manera de vencer a la muerte. Únicamente el amor vence a la muerte, tan solo el amor: "polvo enamorado".
"Cerrar podrá mis ojos la postrera
sombra que me llevare el blanco día,
y podrá desatar esta alma mía
hora a su afán ansioso lisonjera;
mas no, de esotra parte, en la ribera,
dejará la memoria, en donde ardía:
nadar sabe mi llama la agua fría,
y perder el respeto a ley severa.
Alma a quien todo un dios prisión ha sido,
venas que humor a tanto fuego han dado,
medulas que han gloriosamente ardido,
su cuerpo dejará, no su cuidado;
serán ceniza, mas tendrá sentido;
polvo serán, mas polvo enamorado".
(Quevedo, "Obra poética", tomo I, Blecua. Madrid, Castalia, 1969 -71, p. 657).
Camine por donde camine, por Canarias o el Sáhara, me encuentro con que la vida para mí es algo así como un adagio para cuerdas:
https://www.youtube.com/watch?v=pOsWUA7cK50
Ella.
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