viernes, 4 de agosto de 2023

"Y mis "Cuentos de los otros" se fueron al Central Park de Nueva York".

Antes de ayer la escritora Juana Martinez López-Prisuelos me dio la sorpresa subiendo estas fotos a mi muro, en el parque neoyorkino, mientras leía mi libro de cuentos publicado por Bartleby en 2017, y escribió: "Ayer comencé a leer tu libro en Central Park. Soy una gran lectora en los parques, junto a la naturaleza me siento más unida al relato. Me están gustando mucho, y ya voy por "La margarita en la nieve". Hoy he regresado al parque a seguir leyendo y rodeada de mis amigos te enviamos todos un beso, de piedra o transportado por el aire desde "El País de las Maravillas" y desde este rincón del planeta".
La magia de Internet nos puede hacer leer a todos los amigos, al mismo tiempo, el mismo cuento.
 
"La margarita en la nieve".
 
"Aquellos días azules y aquel sol de la infancia.
 
¡Menos conversación y seguid quitando la nieve!, exclamó el soldado francés. Ya que habéis venido desde tan lejos, continuó, lo lógico es que limpiéis la carretera para que nuestros coches puedan pasar. Él levantó la vista, pero no llegó a observar la expresión de apatía de aquel tipo. Para esto hemos perdido una guerra, susurró un oficial del ejército que le doblaba la edad, al que había conocido en la frontera y que no dejaba de hablarle del encuentro con Machado y su madre, unas semanas atrás, en una pequeña fonda del camino. Yo no quería disparar mi arma, dijo él entre susurros moviendo la pala con dificultad. A mí me ocurría lo mismo, dijo el militar con las manos ateridas. Y añadió: Ya solo nos quedan las palabras de los poetas, la sensación de no pertenecer a nadie, de que nada de lo que nos ocurra dejará de tener sentido. Quizá la vida no sea tan absurda, dijo él cogiendo una margarita que sobresalía en la nieve.
 
Tardaste varios años en regresar a España.
 
Para entonces ya sabías que la infancia nunca desaparece
del todo".
 
("La margarita en la nieve", Cuentos de los otros, 2017, Bartleby, p. 74).
 
Y ya que Juana está en la segunda foto dentro de la escultura de "Alicia en el país de las maravillas", me tomo un café escuchando una de las canciones más hermosas de la historia, que siempre me recuerda al país de las maravillas. Más allá del arcoíris no existen fronteras, no hay guerras, ni hombres y mujeres que sufren por su condición sexual, económica, religiosa:
 

No hay comentarios:

Publicar un comentario