martes, 26 de septiembre de 2023

"Me gusta que me lean los jóvenes".

Como digo siempre a todo el que me quiere escuchar, y se lo digo a mis alumnos, el "futuro" de la literatura está en los jóvenes. Ahora leen de una manera muy distinta a como lo hacíamos nosotros a su edad y los escritores deberíamos escribir también de otra forma; ya no estamos en el siglo de Balzac y Galdós ni en el siglo de Borges y Cortázar. Aun así hay que continuar sembrando semillas entre ellos. Por eso es un placer que Alejandro Cabañes, el mejor amigo de mi hijo, que acaba de terminar su carrera en la Escuela Superior de Diseño de Madrid, tenga "El hombre que se parecía a Al Pacino" en las manos y me enviara estas tres fotos. Es una persona sensible e inteligente así que le dije por Wasap que espero sus comentarios, lo que me permitirá continuar aprendiendo de los jóvenes. Y ahora me toca escribir la novela en la que llevo pensando diez años, tras este libro con 200 cuentos o relatos cortos que configuran un "ensayo posmoderno" como ha calificado la editorial catalana mi libro o una especie de "flujo de conciencia" de un instante, como me comentó José Manuel Suárez, editor y poeta que piensa escribir una reseña del texto después de haberlo pensado y repensado el tiempo que haga falta, me ha dicho.

Tan solo pido una cosa a los que lean este libro, y no es otra que lo hagan lentamente. Ya sé que vivimos en la época de las prisas y de lo efímero, pero eso no quita para detener el tiempo varias horas o varios días o varias semanas o varios meses (como he pretendido yo escribiéndolo y "espacializando el tiempo") y extraigan el mundo que he incluido en él o, como dijo el otro día Chema Menéndez, uno de sus primeros lectores, un mundo donde "lo cuento todo".
 
Amigos, espero que encontréis en el libro al "unicornio azul":
 

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