viernes, 15 de septiembre de 2023

"Un escritor en un cuento de hadas".

Ayer anochecía sobre la Ciudad Universitaria y alguien me echó un hechizo y así me salieron enormes orejas, flores en el pelo, gafas de colores, mariquitas, bigotes y orejas de gato y más cosas curiosas. Yo tan solo quería sacar unas fotos del romántico atardecer en la Facultad de Filología de la Complutense y de pronto me vi dentro de un cuento de hadas. La verdad es que siempre me han gustado los cuentos y desde pequeño mi madre solía decir que yo tenía mucho cuento. Un profesor amigo mío impartía una conferencia sobre los seres extraordinarios de la literatura universal y en cierto momento me puse a pensar en lo "imposible verosímil" algo de lo que ya nos habló Aristóteles en su día; prefería esto a lo "posible inverosímil". Las leyes de la creación pertenecen al mundo ficcional construido, no al mundo real en el que vivimos, ni siquiera de forma metafórica. Son mundos posibles (en la imaginación) paralelos al nuestro. Su significado debe ser específicamente literario y por eso mismo no tiene sentido aplicarles las leyes de la física o de las matemáticas ya que no tienen por qué cumplirse.
 
Siempre me he preguntado por qué los seres humanos somos tan serios, y por qué yo no sabría bailar como Fred Astaire. Si hubiera sido así me iría bailando a Río mientras me tomo el primer café de esta deliciosa mañana:
 

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