domingo, 25 de octubre de 2020

"En los Jerónimos nos casamos los reyes y yo".

Ayer por la tarde salió el sol en Madrid y me senté frente a la fachada de lo que queda del Monasterio de los Jerónimos, junto al parque del Retiro, con el Museo del Prado a mi espalda, la Academia de la Lengua a la izquierda y el cubo de Moneo que cubre el claustro renacentista a la derecha. Y detrás, haciendo esquina, el palacete de la Casa de Galicia donde he dado algunas conferencias y donde presenté mi novela "La paz de febrero". Siempre que observo este edificio gótico del Monasterio de los Jerónimos, de finales del siglo XV, me viene a la cabeza el "Lohengrin" de Wagner, aunque ahora no voy a hablar de la marcha nupcial. El aria "In fermen land" es el relato en el que Lohengrin nos cuenta su procedencia y su misión como caballero del Grial. Es un héroe, pero un héroe cansado de aventuras que quiere sentar la cabeza. Ha encontrado a una mujer, Elsa, y con ella desea pasar el resto de su vida. La condición es que no le pregunte su nombre y su procedencia, porque tendría que abandonarla. Elsa no puede resistir la curiosidad y se lo pregunta.

Este es el relato de Lohengrin. "In fernem land" es la respuesta de la ópera más romántica de Wagner:

"En tierras lejanas, /inaccesibles para vosotros, /se encuentra una fortaleza /llamada Montsalvat. /En su centro se yergue /un majestuoso templo, /tan espléndido /que en la tierra nada hay /tan precioso como él. /En su interior /se guarda un cáliz /bendito y milagroso, /como bien más preciado. /Una corte de ángeles celestiales /lo trajo a la tierra /para que fuese custodiado /por los hombres más virtuosos. /Cada año una paloma /desciende del cielo /para infundir nueva fuerza /a su poder milagroso. /Es conocido como el Grial, /y de él reciben los caballeros /la fe más pura y gloriosa. /Quien es escogido /para servir al Grial /recibe de este un poder sobrenatural. /Contra él nada puede /la mentira del hombre malvado /y en su presencia /la noche de la muerte se desvanece. /Quien por él es enviado /a lejanas tierras /para defender la virtud, /no queda privado /de su sagrada fortaleza, /siempre que se ignore /que es un caballero del Grial. /Tan sublime es la gracia del Grial /que quien la descubra /deberá huir de las miradas profanas. /Por ese motivo no ha de existir /duda ninguna sobre sus caballeros, /puesto que si los reconocéis /deberán abandonaros. /¡Escuchad ahora /cómo premio la pregunta prohibida! /Fui enviado a vosotros por el Grial. /Mi padre, Parsifal, /ciñe la corona. /Soy su caballero… /y mi nombre es Lohengrin".

Y esta es la música. Tras escucharla llego a la conclusión de que es lógico que Wagner, creador de la obra musical total (como dijimos el otro día en la tertulia del Café Gijón de Proust, como creador de la novela total, junto a Joyce quizá) terminara su vida escribiendo "Parsifal":

https://www.youtube.com/watch?v=t5QUjz7n0dk

 






 

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