"Guapo, no hace falta que pongas morritos, la belleza interna se refleja externamente, con la sencillez, la bondad y los sentimientos. Abrazo grande, Justo".
Mi amiga casi leonesa Ena Bolena escribió esto por aquí el otro día. Y yo le respondí que ya me conocía. En realidad nos conocimos en una librería de León cuando Gabriela Amoros Seller y yo fuimos allí a presentar dos de nuestros libros, y conocimos también a Marta Muñiz, Carlos Pérez-Alfaro y una gente estupenda.
Y hablando de besos.
Una de las cosas más bonitas que se me ocurren es ver que todo el mundo se bese por la esquinas y en medio de la calle. La verdad es que besar es una costumbre francamente saludable, aunque yo casi nunca he tomado la iniciativa. De joven salí con una chica que me preguntó, a las dos semanas, cuándo pensaba darle el primer beso. Me extrañó porque era una joven moderna y estudiaba periodismo en la Universidad Complutense (por cierto, era amiga íntima de una de mis ex alumnas de entonces). Era guapísima, y darle un beso en seguida hubiera sido un placer, pero siempre me ha parecido que esas cosas solo deben ocurrir en el momento adecuado, y no antes. Así que me dijo que la acompañara dentro de una cabina telefónica porque quería llamar a su madre para comentarle que iba a llegar tarde esa noche; y una vez dentro se abalanzó sobre mí y me besó. A lo largo de mi vida me han besado mucho y de una forma siempre agradable, en los ascensores, en el coche y los aviones, en el tren, el Metro y el autobús, en el cine y el Thyssen y la torre Eiffel y las cabinas telefónicas (ahora me acuerdo de una vez en que una chica me negó un beso cuando nos despedíamos en la estación del tren a pesar de lo romántico y cinematográfico que es esto; si es que no somos nadie). En todo caso, mis besos siempre han empezado por un beso en la mano, ya que un beso de amor nunca se lo he dado a cualquiera.
El otro día me hice este pequeño video en medio de una plaza que me gusta mucho, junto a la escultura de un payaso y mientras una chica cantaba el famoso "Sobreviviré" de Gloria Gaynor:
Al final del video acabo con un beso con morritos.
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