1. La segunda oralidad.
La
presentación del libro "Cuentos de los Viernes" con la maravillosa
portada de Gabriela Amoros Seller (Paleoarte e ilustración científica en
Arte y Ciencia, y escritora) tuvo lugar exactamente hoy hace diez años
en el "Café Este Oeste", donde se contó con la presencia de destacados
literatos como Tomás Albadalejo y Javier Lostalé Alonso y, por supuesto,
su editor Pepo Paz Saz, quienes elogiaron la obra y el enfoque del
autor hacia la narrativa contemporánea. Albadalejo analizó el formato
del libro y los elementos literarios empleados por Sotelo, como la
mímesis y la metáfora, que consiguen una conexión profunda con el
lector. Los relatos abordan una historia de amor de dos personajes sin
nombre, Él y Ella, con los que explorar emociones y sensaciones
profundas. El estilo narrativo se adapta a la llamada "segunda oralidad"
contemporánea, a partir de relatos breves que combinan imágenes y
metáforas para transmitir su mensaje. Además se plantea la idea de que
los cuentos pueden distorsionar la realidad, invitando al lector a
reflexionar sobre la línea entre ficción y realidad. Esta "segunda
oralidad" se refleja en la adaptación de la narrativa a las nuevas
formas de comunicación digital, donde la brevedad y la combinación de
imágenes y metáforas son esenciales para captar la atención del lector.
En primer lugar, Sotelo utiliza relatos breves que permiten que los
lectores disfruten de sus historias adaptándose a los hábitos de lectura
contemporáneos, con un lenguaje accesible y directo. En su esencia el
lenguaje es poético y sensual a pesar de ser un género narrativo. La
poesía es una forma de filosofía con ideas, de creación y "poiesis"
donde existe una afloración manifiesta de comunicación. Los relatos del
autor entrañan un origen del Todo, ya sea del amor, la humanidad, el
encuentro, el sexo donde permanece una estructura incardinada y un
proceso trascendente, puramente mental hacia el exterior.
2. La estructura.
En la parte UNO, Ella y Él comienzan a
despojarse de su interior, de su yo, de su propio ser. Sus cuerpos
trascienden a lo más profundo del hombre; los besos, los deseos, los
sentidos forman parte de un entramado sensorial en el que el hombre y la
mujer despliegan su imagen humana. Los olores, los sabores, las
percepciones de cada silueta corporal despiertan a la vida con sensaciones que se transmiten poco a poco, página a página. Es el origen donde afloran los deseos a través de los
sentidos. El tiempo se diluye en el olvido de los amantes donde los
deseos se transforman en literatura en la parte DOS, para lanzarse a una
eternidad sublimada y fundida en un solo cuerpo y en un solo espíritu.
Sus almas se funden en el universo y se encuentran a través de imágenes
de su infancia y de sus recuerdos por medio de sombras y claroscuros
llenos de esplendor y gloria. En la parte TRES, la belleza y la
contemplación tienen lugar en cada relato donde la fusión de Él y Ella,
Ella y Él, es absoluta y completa en el propio universo. La creación y
la estética alcanzan el clímax en la poeticidad de los cuentos en donde
las diferencias estilísticas alcanzan la sublimación del ser humano.
3. El poeta es un fingidor, como diría Pessoa.
Los
"Cuentos de los viernes" se inician con una alusión en el prólogo al
libro de Umberto Eco "Entre mentira e ironía", donde parece que el signo
sirve para mentir. Se utiliza a veces la semiótica como teoría de la
mentira, en la que la lingüística es para él una semiótica de ese
lenguaje verbal que, a su vez, demanda cuestiones filosóficas
fundamentales. Sin embargo, Eco no se plantea problemas
filosóficos al empezar a escribir una novela, sino solo preguntas sin
respuestas. Así define la semiótica en su "Tratado de semiótica general"
como “la disciplina que estudia todo lo que puede usarse para mentir”.
Hoy en día, en la era de los avances tecnológicos, Internet es el medio
de información y transmisión por antonomasia y Google uno de los
buscadores por excelencia en el mercado donde existe la posibilidad de
la mentira, al aumentar la probabilidad de la representación y la
creatividad. Esos signos que aparecen en Internet, en las redes sociales
y en los más sofisticados medios de comunicación, tienen la capacidad
de mentir del mismo modo que decir la verdad. Lo importante es la forma
en que se transmiten los mensajes y el impacto que pueda generar en el
receptor, no tanto el contenido. La imagen y el símbolo mediatizan la
realidad y la veracidad de los hechos. Realmente esas mentiras también
existen en el lenguaje, la literatura, la ciencia, el habla.
4. Sotelo, Cortázar y Borges.
Los
pensamientos filosóficos de Sotelo se plasman con profundidad en cada
una de las partes ahondando del mismo modo en sus influencias y
preferencias literarias. Así, al igual que Borges, nuestro autor es
poseedor de una enorme cultura clásica que transporta a sus relatos por
medio de un mundo ideal repleto de símbolos y referencias míticas.
Existen numerosos paralelismos entre los cuentos de Justo Sotelo, Julio
Cortázar y Jorge Luis Borges. El autor trascendente a la realidad,
sobrepasa los hechos reales y los integra en un mundo fantástico al
igual que Borges, y se sumerge en una metafísica del tiempo, el espacio
y el infinito. La ficción se encarna con la realidad y a través del
origen de todos los temas que Sotelo alude en sus cuentos se llega a
desengranar el sentido de la vida. Alazraki afirma que los textos
fantásticos no buscan quebrantar la realidad sino más bien pretenden
percibirla de modo diferente y de modo más profundo que el racionalismo.
La delimitación de lo fantástico hecha por Tzvetan Todorov invita a la
vacilación del lector; tal vez no seamos capaces de distinguir con
claridad qué es lo real y qué es lo soñado. Quizá el lector lea los
sucesos que nos cuenta Justo Sotelo como si estuviera en el interior de
la conciencia de cada uno de los personajes y vacile primero como lector y
después como personaje. Es necesario que el lector de un texto decida si
percibe o no la realidad según el modo en que la ve y la lee o por el
contrario acepta el pacto narrativo del autor y entra en un mundo de
ficción para verla distorsionada. Todorov resalta la ambigüedad de los cuentos de
Cortázar como paradigma de “lo fantástico
puro”. Tanto Justo como Cortázar son capaces de producir efectos
fantásticos utilizando los procedimientos adecuados que
los definen y caracterizan. Usan desdoblamientos, usurpaciones del “yo” y
ciertas inversiones temporales.
5. En conclusión.
¿Ficción
o realidad? ¿Todos los que estuvimos en la presentación, hace diez años exactamente, del libro "Cuentos de
los Viernes" de Justo Sotelo estuvimos allí o fue pura ilusión óptica generada por una
foto que un escritor de la ficción del XXI nos colocó hace tiempo en su
muro de Facebook? ¿Existe realmente
este escritor o es un sueño de sus lectores y el doble de alguien
que existió en alguna época pasada?
Enhorabuena, escritor, por una década ya de felicidad tras la
lectura de tus cuentos.
Un trabajo inmenso y solvente que analiza libro y autor.
ResponderEliminarEnhorabuena
Muchas gracias, poeta.
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