Toda la vida me han llamado pijo bohemio intelectual. Al principio me resultó curioso, pero me acostumbré en seguida.
De todas formas a un pijo bohemio intelectual también puede gustarle el
chocolate con churros. Y ser escritor, profesor, progresista,
madrileño, ciudadano del mundo y apreciar la Navidad. En realidad me
gustan todas las fiestas, quizá porque para mí todos los días son
fiesta. El mundo es mío, y mira que es grande. Está lleno de calles, de
países, de rostros.
Y hablando
de que se acercan estas fiestas por qué no escuchar una de las músicas
más hermosas que se han escrito para celebrar la Navidad.
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