Esto fue lo que comenté ayer a Almudena Mestre, que escribió un post
sobre los 8 poemas que publiqué en 2008 en una revista de la
Universidad Complutense, dedicada a Grecia. No me dio tiempo a
explicarme mejor porque me fui de paseo.
Lo que quería decir a
Almudena es que necesito aprender mucho más para intentar sintetizar
toda la historia de la literatura y del ser humano en unas pocas frases,
es decir, en un poema.
El catedrático de Latín de la Complutense
Vicente Cristóbal me explicó en su día la asignatura de "Tradición
Clásica", en la que se analizaba la influencia de las obras griegas y
romanas sobre la literatura española a lo largo de los siglos, y me
apeteció homenajear poéticamente a Ovidio y su obra "Heroidas". Escribí
mis poemas a partir de las cartas de amor de personajes femeninos hacia
sus amados, como había hecho Ovidio.
Almudena escribió:
"El mito, la tragedia, la poesía y Justo Sotelo".
No todo en Justo Sotelo es narrativa, también podemos descubrir poesía.
¿Será narrador o poeta o una simbiosis de ambos géneros? Tanto
Eurípides como Racine, Séneca, Unamuno, Kane y Hernández Garrido
inmortalizaron el binomio Mito-tragedia después de analizar el mito de
Fedra e Hipólito. Al escenificar un episodio mítico se comprende cómo
influye la tragedia sobre el mito. El mito es postergado en manos de la
literatura y se inicia un apogeo en la Filosofía.
Fedra, princesa
cretense, hija de Minos y de Parsifae, esposa de Teseo y madrastra de
Hipólito, se enamora locamente del hijo de este último. Trata de
realizar ese amor con Hipólito, pero él la rechaza; herida y humillada
le acusa ante Teseo de haber intentado abusar de ella y se suicida.
Irritado, Teseo entrega a su hijo a la furia de Poseidón, quien envía un
monstruo marino que espanta a los caballos de Hipólito, que es
arrastrado y resulta gravemente herido. Artemisa revela entonces que
Afrodita les ha tendido una trampa, y padre e hijo se reconcilian antes
de que Hipólito muria, según el Diccionario de Mitología Clásica de
Alianza.
Tanto el mito como los hechos históricos influyeron en
la tragedia, la misma que nos ofrece Justo Sotelo en un poema de las “8
Heroidas al estilo de Ovidio” publicadas en la revista “Hesperias
Culturas del Mediterráneo. Especial Grecia”.
"Fedra a Hipólito".
"Este amor no me da vergüenza.
Adorando el pubis de tu necesidad
he aprendido a conocerme mejor.
Soñando los caminos que otras han olvidado
tu cara siempre joven he querido inmortalizar.
Tu soledad he visto en tus convulsiones.
Un adúltero infame es peor que el propio adulterio.
Para volver a conocerme menos, te conozco,
más y menos en tu presencia,
tu cuerpo y mi cuerpo en tus raíces
que no me pertenecen.
Y sé que no es bastante.
Mis labios también quieren beber tu llanto
y forjar mis dedos tus rasgos inanimados.
Mientras no te invente nada conseguiremos,
Otra noche, en la soledad del mismo lecho,
seguiré suplicándote".
Adorando el pubis de tu necesidad
he aprendido a conocerme mejor.
Soñando los caminos que otras han olvidado
tu cara siempre joven he querido inmortalizar.
Tu soledad he visto en tus convulsiones.
Un adúltero infame es peor que el propio adulterio.
Para volver a conocerme menos, te conozco,
más y menos en tu presencia,
tu cuerpo y mi cuerpo en tus raíces
que no me pertenecen.
Y sé que no es bastante.
Mis labios también quieren beber tu llanto
y forjar mis dedos tus rasgos inanimados.
Mientras no te invente nada conseguiremos,
Otra noche, en la soledad del mismo lecho,
seguiré suplicándote".
(En fin, que me faltan varias vidas para ser poeta, así que lo mejor es que me vuelva a ir de paseo).
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