jueves, 6 de junio de 2019

"Entropía".

Soy miembro de "Greenpeace" desde hace años y en mis clases siempre he procurado hablar de Medio Ambiente y Desarrollo Sostenible. El año 2000 publiqué un libro con el título: "El medio ambiente en la política económica: hacia un modelo de integración en España" (Mundi Prensa y Fungesma), junto a dos compañeros de mi cátedra, Paloma Páramo y Ángel Algarra, y un Premio Nacional de Medio Ambiente, Pedro Costa Morata, empeñado en salvar el Mar Mediterráneo y que acabó siendo nombrado hijo adoptivo de Águilas (Murcia) por eso mismo.

Estos últimos días estoy preparando una asignatura para el próximo curso que se llama "Economía del Medio Ambiente", consciente de que el futuro de la economía española, de las pensiones, de nuestra sostenibilidad como país desarrollado va por ahí. Hay que recordar (y no olvidar) que la energía es el denominador común de todos los bienes, y toda actividad económica utiliza energía. Estos dos principios deben completarse con la descripción de las dos grandes clases o fuentes de energía, los flujos permanentes renovables con origen en los llamados recursos renovables y los depósitos o stocks limitados y por tanto agotables. Al lado de estos enunciados tan simples hay que considerar que toda transformación energética (ya sea de energía mecánica, calorífica, eléctrica, química, solar o nuclear) supone una degradación y esto implica por lo tanto un cierto grado de desorganización o desestructuración. Este hecho físico inocultable es lo que se denomina "Entropía".

Esperemos que sirva para algo que ayer celebráramos el Día Mundial del Medio Ambiente.

("Tierra es el disco completo de Vicente Amigo del que hablé el otro día, donde se suman el flamenco y los sonidos celtas, buscando la unión de los pueblos a través de la belleza: https://www.youtube.com/watch…)

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