Esto lo dice el profesor e investigador José Luis Rey
en la página 19 de su libro "Los derechos de los animales en serio" del
que nos habló ayer por la tarde en la última tertulia del "Café Gijón".
Este libro se lo dedica a Ramón, su compañero de vida, al que siempre
querrá y que le enseñó el amor por los animales, pero se fue demasiado
pronto. También a Remo y Lucho, los dos gatitos con los que formaron una
familia y que le han enseñado muchas de las cosas que sabe de los animales.
Solo por esas dedicatorias merece la pena ser amigo de José Luis y
haberlo invitado a la tertulia, en la que participamos todos hasta
convertirla en un profundo debate. No es usual hablar de Filosofía en
estos tiempos, y ayer lo hicimos en el Gijón. José Luis defiende que los
animales son miembros de la comunidad moral al estar dotados de moral
como estructura y de moral como contenido, y son capaces de aprender y
obedecer (o desobedecer) ciertas reglas. En la base de su argumento se
encuentran las "Lecciones de ética" de Kant y un libro que le parece
esencial, "Zoopolis" (2011), de Donaldson y Kymlicka. También hay que
citar los análisis de Peces Barba, Nussbaum, Singer o Regan.
Una de las cosas que me gustan de los seres humanos (hay otras muchas que no me gustan) es su capacidad de desobecer las reglas. Y lo mismo les ocurre a los animales desde su mayor indefensión.
Gracias a Pilar, Oskar, José Manuel, Ramón, Albertina, Carmen, Eduardo, Peter, Juan Jose, Almudena, Santiago, Carmen, Antonio, Mariwan y Carmen, por acompañarme.
En cierto momento José Luis nos contó que se quedaba embobado viendo moverse y comportarse a sus dos gatos, y por eso decidió escribir el libro. Mientras le escuchaba pensé que así nacen el pensamiento y la cultura, de un hecho cotidiano, de ver cómo cae una manzana, llega el agua a la playa o sale el Sol.
Una de las cosas que me gustan de los seres humanos (hay otras muchas que no me gustan) es su capacidad de desobecer las reglas. Y lo mismo les ocurre a los animales desde su mayor indefensión.
Gracias a Pilar, Oskar, José Manuel, Ramón, Albertina, Carmen, Eduardo, Peter, Juan Jose, Almudena, Santiago, Carmen, Antonio, Mariwan y Carmen, por acompañarme.
En cierto momento José Luis nos contó que se quedaba embobado viendo moverse y comportarse a sus dos gatos, y por eso decidió escribir el libro. Mientras le escuchaba pensé que así nacen el pensamiento y la cultura, de un hecho cotidiano, de ver cómo cae una manzana, llega el agua a la playa o sale el Sol.
Únicamente dar las gracias por esta deliciosa tertulia a nuestro invitado José Luis Rey y por la generosa, explicación de su último libro en defensa de los derechos de los animales, una forma curiosa y entretenida de explicar el comportamiento animal y su conducta según la especie y la legislación que les afecta como colectivo con el fin de defender su vulnerabilidad muchas veces. Códigos, leyes, normas, jerarquías, que se, plantea en su último libro publicado. GRACIAS a todos mis compañeros de tertulias por vuestras aportaciones y comentarios en cada una de las sesiones que hemos tenido cada martes en el Café Gijon de Madrid este año y gracias a Justo Sotelo como artífice, origen y difusor de cultura y conocimiento que de forma generosa lleva al pie del cañón con estas tertulias más de 25 años. Sin él no existirían estos momentos de ocio, diversión, cultura y conocimiento que en definitiva, es lo que promueve el pensamiento del siglo XXI. Sin la colaboración y cooperación de todos no podríamos mantener viva, la llama de cada martes en la Cripta de este emblemático café. Cada uno somos un pequeño mundo maravilloso lleno de sorpresas que alientan el universo emocional, artístico y literario de esta tertulia en la que se desarrollan fuertes relaciones humanas que favorecen y fomentan la cultura y el espíritu crítico de nuestra sociedad. Un beso a todos y felices vacaciones de verano
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