miércoles, 3 de marzo de 2021

"Napoleón y la novela lírica en la tertulia on line del Café Gijón".

El emperador murió a los 51 años en la isla de Santa Elena, después de pasar los últimos cinco años en aquel destierro. El escritor Javier de la Rosa se ha metido en sus pensamientos, como ya hicieron en su día Marguerite Yourcernar en los de otro emperador y Hermann Broch en los de un escritor, y dieron lugar a dos de las novelas más hermosas del siglo XX. Y en todos los casos nos encontramos ante retratos intimistas y líricos, en ese empeño tan romántico por lograr revitalizar la alta literatura en nuestras vidas. Javier de la Rosa es un gran escritor y Charo Alonso Panero, que ha ilustrado este libro con sus dibujos, es un torbellino creativo, y ambas cosas se pusieron de manifiesto ayer por la tarde en la tertulia, donde intervino su editor, Antonio Benicio Huerga, su madre, la editora Charo Fierro, que nos habló, brevemente, del primo de Charo, Leopoldo María Panero, y la mayoría de los tertulianos. El amor es el hilo conductor de la novela: "Mi niñez en la bruma… Mi Imperio en las brumas… Solo el amor". Y esta es la manera que tiene Bonaparte de recordar, envuelto en la soledad de esos últimos momentos de su vida -a través de los ojos inteligentes de Javier de la Rosa-, a las mujeres que amó, Josefina, Laura Permond, María Walewska, Paulina, Désirée y María Luisa de Austria. Y hablamos de la novela lírica, tan cercana a este Napoleón, donde Mercedes Juliá, Germán Gullón, Antonio Tello, Pilar Benito, Francisca Arias, Almudena Mestre y demás contertulios, sacaron a relucir la lírica de Valle-Inclán, Juan Ramón, Gabriel Miró y Pérez de Ayala. (Un poco antes también estuvimos hablando de la familia de los Panero y el museo de Astorga). Las palabras de Mercedes Juliá, aludiendo a lo que leen los estudiantes en Pensilvania, donde ella da clase, rodeada de Universidades, nos hacen confiar en el futuro de la literatura como arte. Siempre habrá jóvenes que lean de esa forma, dentro de aquella "inmensa minoría" culta a la que se refirió Juan Ramón. Y no quiero olvidarme de mis tres amigos de Tenerife que también dijeron unas palabras, José Ramón Sampayo, Chema Menéndez y José Félix Saénz-Marrero.
 
En fin, la literatura y el amor en tiempos de Zoom. Seguro que a García Márquez le hubiera gustado estar en la tertulia de ayer para hablarnos de amor y literatura.
 





 
What do you want to do ?
New mail

No hay comentarios:

Publicar un comentario