"Mi poeta en Madrid" se ha ido de paseo a Italia, cerca de Venecia, sabiendo además que aparecía reseñado en la prestigiosa Revista Culturamas.
Hoy no es mi cumpleaños y tampoco fue ayer. Es lo que tiene nacer un 29 de febrero, aunque siempre lo he celebrado el 1 de marzo, si no es año bisiesto. Y ahora aprovecho para agradecer las cariñosas felicitaciones de ayer. Como digo siempre a mis alumnos, es bueno que sepan que su profesor de la Universidad es un preadolescente, a pesar de contar con un coeficiente de 150 en aquel test que nos hacen de pequeños. Mientras me tomo el primer café de esta bella mañana, acabo de hacerme dos regalos. He compartido la foto de mi novela que me envió el sábado la poeta Mirta Amanda Barbonetti desde el Monte Agner, en los Dolomitas, una cadena montañosa de Belluno, en la región del Véneto, muy cerca de Venecia. Además voy a leer una nueva reseña sobre el poeta madrileño al que le encanta tanto viajar, que ha escrito la arquitecta María José Muñoz Spínola, y que ha publicado en la Revista Culturamas con un título realmente muy sugerente, "La última novela posmoderna o los tres escalones de Benjamin". Me agrada lo que dice, cómo lo dice y la relación que se establece entre la literatura y la arquitectura relacionando estas palabras de Walter Benjamin con mi libro:
"Justo Sotelo sube los tres escalones que Walter Benjamin exigía a una buena obra. El “musical en el que se compone” el arte del imaginario por excelencia, que es la riqueza rítmica y armónica de las palabras y sus silencios. El “arquitectónico en el que se construye” la probabilidad de la verosimilitud aristotélica, en la que Cheever quería ver también la vida misma. Y, por último, “el textil en el que hay que tejer” una valiente propuesta poética a través de los distintos géneros que conforman la trama".
Esta es la reseña:
Y como yo no puedo vivir sin música (tampoco sin amor, pero eso ya lo he dicho muchas veces), termino la lectura y me vuelvo a Italia otra vez con Chaikovski:
What do you want to do ?
New mail"Capricho italiano".
"Mi poeta en Madrid" se ha ido de paseo a Italia, cerca de Venecia, sabiendo además que aparecía reseñado en la prestigiosa Revista Culturamas.
Hoy no es mi cumpleaños y tampoco fue ayer. Es lo que tiene nacer un 29 de febrero, aunque siempre lo he celebrado el 1 de marzo, si no es año bisiesto. Y ahora aprovecho para agradecer las cariñosas
felicitaciones
de ayer. Como digo siempre a mis alumnos, es bueno que sepan que su profesor de la Universidad es un preadolescente, a pesar de contar con un coeficiente de 150 en aquel test que nos hacen de pequeños. Mientras me tomo el primer café de esta bella mañana, acabo de hacerme dos regalos. He compartido la foto de mi novela que me envió el sábado la poeta Mirta Amanda Barbonetti
desde el Monte Agner, en los Dolomitas, una cadena montañosa de Belluno, en la región del Véneto, muy cerca de Venecia. Además voy a leer una nueva reseña sobre el poeta madrileño al que le encanta tanto viajar, que ha escrito la arquitecta María José Muñoz Spínola
, y que ha publicado en la Revista Culturamas con un título realmente muy sugerente, "La última novela posmoderna o los tres escalones de Benjamin". Me agrada lo que dice, cómo lo dice y la relación que se establece entre la literatura y la arquitectura relacionando estas palabras de Walter Benjamin con mi libro:"Justo Sotelo sube los tres escalones que Walter Benjamin exigía a una buena obra. El “musical en el que se compone” el arte del imaginario por excelencia, que es la riqueza rítmica y armónica de las palabras y sus silencios. El “arquitectónico en el que se construye” la probabilidad de la verosimilitud aristotélica, en la que Cheever quería ver también la vida misma. Y, por último, “el textil en el que hay que tejer” una valiente propuesta poética a través de los distintos géneros que conforman la trama".
Esta es la reseña:
Y como yo no puedo vivir sin música (tampoco sin amor, pero eso ya lo he dicho muchas veces), termino la lectura y me vuelvo a Italia otra vez con Chaikovski:
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