sábado, 23 de abril de 2022

Ya que hoy es el "Día Internacional del Libro", voy a recomendar un libro.

En la tertulia del próximo martes del Gijón, los tertulianos vamos a analizar "Pedro Páramo", de Juan Rulfo. Siempre he considerado la novela publicada en 1955 una de las tres o cuatro obras en español más importantes del siglo XX. Durante los años en que impartí una asignatura de Libre Elección, "Taller de literatura, tertulia y debate", en la Universidad, con decenas de jóvenes cada año como alumnos, les sugería que leyeran una lista de libros y "Pedro Páramo" estaba en los primeros lugares. Entre los chicos siempre había algunos que querían ser escritores, y cuando me pedían consejo les decía que debían saberse de memoria los cuentos de Borges y la novela de Rulfo.
 
Pero no soy el único en pensar así. 
 
El premio Nobel japonés Kenzaburō Ōe, que tuve que leer y analizar cuando realicé varios cursos de literatura e historia japonesas en "Casa Asia" para preparar mi tesis doctoral sobre Haruki Murakami, se fue a vivir dos años a México, según dijo, tan solo porque quería conocer el país del escritor más importante de su tiempo. Gabriel García Márquez, autor de otra de "esas" novelas que formaba parte de la lista de clase (mi ex alumna y luego tertuliana Ruth González Montero me pide de vez en cuando que le envíe aquella lista), dijo que "Pedro Páramo" es la novela más bella que se ha escrito desde el nacimiento de la literatura en español.
 
Y esta es una música de Pink Floyd que me venía constantemente a la cabeza mientras releía estos días la novela. La temática del álbum incluye el conflicto, la avaricia, el envejecimiento, el significado de la vida, el miedo a la muerte y la enfermedad mental. Podría parecer que no tiene demasiado que ver con la novela, pero mi cerebro me decía insistentemente que sí. 
 
Y yo siempre hago caso a mi cerebro:
 

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