No es viernes, pero sí vísperas de Semana Santa, y podríamos irnos a París a desayunar un "café au lait" con un cruasán de los que solo saben hacer en París, con mantequilla y mermelada de melocotón y un zumo de naranja recién exprimida, a la vez que nos cogemos de las manos y nos miramos a los ojos y hablamos de literatura y amor. Mientras esperamos en Barajas para subir a ese avión de Air Europa podríamos escuchar la voz de Gabriela Juárez (una joven mexicana a la que le gusta recitar y compartir sus lecturas) leyendo uno de mis "Cuentos de los viernes" que precisamente se llama "Desayuno en París":
La primera foto es durante la presentación del libro en Madrid, con el catedrático de la Universidad Autónoma Tomás Albaladejo, una de las máximas autoridades de teoría de la literatura en el mundo, discípulo de mi maestro en crítica literaria Antonio García Berrio y padre de dos de mis ex alumnas.
Y esta es la canción de los viejos amantes de los que hablo en el cuento:
"Oh, mi amor, mi dulce, mi tierno, mi amor maravilloso,
desde el claro amanecer hasta el final del día te amo otra vez.
Sabes que te amo".
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