martes, 23 de agosto de 2022

"Daniela, la mujer de la barca".

Ayer comí en una "Cofradía de pescadores", y al salir me fijé en las barcas varadas de la fotografía. En seguida me acordé de la obra de teatro de Alejandro Casona, pero no quise continuar con la historia de ese grupo de personas que deciden evadirse de la realidad y son visitadas por una sirena que sale del mar para encontrar a su amor mortal. Me pregunté por Daniela, el nombre de la mujer escrito en la barca de arriba. ¿Quién sería aquella mujer, el amor del pescador, la madre de sus hijos, un amor prohibido? El otro día mi amigo músico, y compañero de estudios de Teoría de la Literatura, Dani Sanz (igual que la mujer de la barca) me escribió lo siguiente: "Este es un lugar entre el amor y el miedo, Justo, por eso pasan las cosas que pasan en este mundo y por eso tú has elegido el amor, por suerte para ti y para todos los que te leemos, en mi opinión".

Seguro que la historia de Daniela fue una historia de amor y no de miedo, con una profunda y bellísima canción de Pedro Guerra, que nació en Güimar, al lado de esa fotografía, como banda sonora de su vida:

https://www.youtube.com/watch?v=v3MkD9IqcC0

 


 

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