Este martes, a las 19 horas, vendrá al Café de Casa Manolo para hablarnos de su último libro publicado, "Hacer cosas con palabras", editado por Antonio Benicio Huerga en su editorial "Los Libros del Mississippi". Su presentadora será María José Muñoz Spínola, por expreso deseo de su editor. Y juntos se los ve en esa fotografía, de hace unos días, en el espacio de Huerga y Fierro en Madrid. Junto a María José se encuentra mi querido Javier Lostalé, que también nos acompañó hace poco en Manolo. Courtoisie está haciendo una gira por España presentando su libro, y es un placer que la termine con nosotros en el barrio de Argüelles. Curiosamente, hace unos días se han quitado las mascarillas en el transporte público, y Rafael fue el último invitado presencial a la tertulia literaria antes de empezar el confinamiento. "Hacer cosas con palabras" (2023) es una invención poética que resignifica el mundo cotidiano a través de las palabras, un libro que enseña cómo el goce también surge del ejercicio del conocimiento. La poesía de Courtoisie plantea un humanismo que va desde las palabras hacia los objetos, para que las cosas sirvan a las personas, para que las personas no sean esclavas de las cosas, para que el ser humano establezca una relación "armónica" con su entorno a través del acto trascendente de la poesía. "Cómo hacer cosas con palabras" (How to do Things with Words) aparece como epígrafe en el libro de Courtoisie. Ya sabemos que es una obra de John Langshaw Austin, publicada en Inglaterra en 1962 (en edición póstuma) a partir de una serie de conferencias dadas en 1955 en la Universidad de Harvard, en el marco de las "Conferencias William James Lectures". De este libro nació la teoría de los actos de habla, que dará lugar a la lingüística prágmatica contemporánea, además de a la filosofía del lenguaje ordinario. Austin continúa los estudios de Benveniste, Bühler, Jakobson, Bally, Malinowski y Wittgenstein. Con un método de trabajo innovador y didáctico desarrolla en doce conferencias sus teorías de los actos de habla, diferenciando dos tipos de enunciados: el constatativo y el performativo (realizativo). Un enunciado es "performativo" cuando no se constata o describe nada sino que se realiza un acto. El ejemplo más típico de un verbo performativo es "declarar" en esta fórmula: "Os declaro marido y mujer". La enunciación de este verbo en el contexto de una iglesia o un juzgado y por un sacerdote o funcionario surte un efecto jurídico inmediato. Otros verbos son prometer, jurar, prohibir, etc.
Como Courtoisie es uruguayo y algunos dicen que Gardel nació en Uruguay y María José baila tangos, me tomo el primer café de la mañana escuchando un tango que se estrenó en Montevideo en 1925 y así tengo un acto performativo:
(Martes
14, a las 19 horas en Casa Manolo, calle Princesa 83. Por cierto, acabo
de apercibirme de que es el día de Cupido y de los enamorados, así que
entrada libre al amor).
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