martes, 14 de febrero de 2023

"El paseo de los enamorados".

En todas partes existe un lugar por donde pasean los enamorados. Ahora mismo recuerdo el de La Laguna, al norte de Tenerife, con las palmeras estilizadas y acogedoras. Cuando paseo por allí suelo ver a parejas de todos los sexos, razas y edades que se mezclan como los colores del arcoíris. De vez en cuando se detienen para besarse y beber en una fuente, y luego siguen su camino. Me han dicho que al final hay un faro que regala su luz a partir de ciertas horas. Desde aquí no lo distingo, pero tiene que haberlo, porque los enamorados siempre buscan su faro al final del camino. El origen del cuento "La bella y la bestia" (1740) está en una breve narración intercalada en "El asno de oro o Las metamorfosis" de Apuleyo, del siglo II dC, que de alguna manera puede ser considerada la primera "novela" de la literatura y desde luego el germen de la novela picaresca. Tengo un aprecio especial a esta historia. La expuse en la clase de "Géneros literarios" (I), con Antonio Garrido, el catedrático de literatura de la Universidad Complutense que me codirigió la tesis sobre Murakami. Es una narración tan hermosa que ha seguido desarrollándose en otras artes, como la pintura, la escultura, el teatro y la música. En la escultura en mármol de Antonio Cánova (1757-1822), que está en el museo del Louvre, Psique es reanimada por un beso. ¿Existe alguna manera mejor de reanimar a cualquier persona que hacerlo con un beso? Afrodita estaba celosa de su "belleza", pero no pudo impedir que su hijo Cupido (Eros) se enamorara de ella. Era la menor de tres hermanas, hijas del rey de Anatolia, y la más hermosa. Celosa de su belleza, Afrodita envió a su hijo Eros para que le lanzara una flecha que la haría enamorarse del hombre más vil y horrible que existiera. Cuando Eros la vio se enamoró de ella inmediatamente, y lanzó su flecha al mar y esperó a que se durmiese para llevársela volando a su palacio. Allí vivieron durante un tiempo como amantes hasta que Afrodita lo supo y condenó a Psique a unos penosos trabajos de los que finalmente Eros la libró. La historia tiene un final feliz pues al fin Afrodita dio su consentimiento para la relación de los dos jóvenes y entonces se casaron.
 
Y es que Psique es el alma:
 

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