Ayer me llamó su hermano Isidro Pérez Brito, desde Tenerife, para decirme que Remi nos acababa de dejar. Su cuerpo no había podido superar ya la terapia agresiva contra su enfermedad de los últimos años. Había nacido en 1958, y hasta hace solo unos días mantuvo su eterno optimismo. Escribía hermosos comentaros sobre mí y sus recuerdos de los viajes a Madrid. Mi libros de cuentos nos habían unido desde el principio, y me invitó al programa de radio que tenía con su hermano. Nunca dejó de ser "cuentacuentos" para los niños. Remi se había convertido en una de mis fieles lectoras; era habitual que llevara mis libros en el bolso. A finales del último verano Isidro y ella me hicieron la última entrevista al pie del Teide. Al terminar nos fuimos a tomar un café con ella. Nos reímos mucho porque la vida es hermosa y por ahí quedan varios videos en Youtube. Después de todo, la vida son instantes compartidos:
Este pasado invierno Isidro me había pedido que colaborara en un "homenaje de amor" que se le iba a hacer. Yo tenía muchas clases y no pude acercarme a Tenerife, y grabé un pequeño video para ella. Cuando pasen unos días, el hijo de Remi va a agradecer el paso por este mundo de su madre con una fiesta.
Estas son mis palabras que hablan de amistad, literatura y bondad. La vida es una fiesta y Remi lo sabía, y seguro que ahora me manda una sonrisa:
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