domingo, 12 de noviembre de 2023

"Justo y sus marcas de agua".

"Es un placer leer cada mañana a Justo Sotelo porque utiliza el “yoísmo” con una sutileza y un conocimiento muy lejos del egocentrismo.

Justo es como un frontón a cuya pared llega el conocimiento y rebota para devolverlo, una vez pasado por su tamiz, (por su yo), a quien le quiera leer y el rebote lleva su marca de agua impregnando el fondo de cada tema que trata. Mientras toma su primer café de la mañana y escucha su música favorita te habla de literatura, música, pintura, cine y de sus alumnos de la Universidad. En fin, te habla de la vida.

Como la vida es sueño y los sueños a veces los puedes dirigir, pienso que algún día, a la misma hora y en el mismo cine, hemos coincidido butaca con butaca disfrutando de una película en VOS, ¿de Eric Rohmer? Por qué no. O ahora, mientras me tomo mi primer Cola Cao del día, escucho “Come on Louan” de Elliot Murphy que él me dio a conocer. Porque esa es la situación, habla de alguien que ya conoces y amplía información desde su tamiz, con su marca de agua, o de alguien que no conocías y te preguntas por qué no habías oído hablar antes de él.

El asunto es que no solo escriba en esta red social saboreando un café, también puede hacerlo bailando con Fred Astaire o mostrando una imagen de algún lugar que ha visitado o invitándote a escuchar música a través de sus enlaces.

El mejor sueño es que entro en una librería, me dirijo al estante de la M y cuando cojo por el lomo el último ejemplar del último libro del autor que nunca ganará el Nobel, en ese mismo instante alguien también lo hace, no nos reconocemos pero instintivamente lo soltamos, nos miramos y sonreímos a la vez que decimos: “no, no, por favor, cógelo tú”.

Pero todo este prólogo viene a cuento porque me he fijado en la marca de agua de las fotos que se hace y esa marca, en este caso muy evidente, son sus labios. Supongo que de forma instintiva, inconsciente quizá, sus labios adquieren una forma que lo definen de tal manera que si de la foto solo vieras esos labios sabrías que son del hombre que se parece a Al Pacino.

Po cierto, espero que este año (perdón, el próximo) los RRMM se porten bien y me traigan su último libro. La carta ya está echada al correo (perdón, al watshapp, que estos Magos también se han actualizado)".
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Esta carta la escribió ayer en su muro el escritor Vicente Quijano Takeo, y la acompañó con 5 fotos que cogió del mío. A Vicente lo conocí una tarde en la Feria del Libro del Retiro cuando se llevó mis "Cuentos de los otros". En lugar de repetir las fotos, pondré solo una del otro día y me fijaré en mis labios. Confesaré, mientras amanece este hermoso domingo, y ahora que no me lee casi nadie, que mis labios siempre han tenido bastante éxito, sobre todo el de abajo.

Acabo el café escuchando la canción de Murphy de la que habla Vicente en su texto:

(En fin, me voy al AVE de Atocha. La aventura de la vida continúa).



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