jueves, 2 de noviembre de 2023

"La lectora que escucha a Puccini mientras me lee".

¿He dicho en alguna ocasión que soy muy afortunado con esto de la literatura?, bueno, y en lo del amor y quizá por eso nunca juego a la lotería. 
 
Me he referido más de una vez al "lector modelo" de Umberto Eco, a su novela "El nombre de la rosa" (1980) y a su ensayo "Lector in fábula" de un año antes. Para Eco un texto funciona cuando existe la participación activa del lector, que es el que completa y actualiza el texto. Y de alguna manera esta es mi forma de pensar y escribir. Un texto no puede decirlo todo, sería insoportable, por eso cuanto más espacios haya en blanco, cuantos más vacíos aparezcan en él mayor será la participación y felicidad del que lee. 
 
Lo que yo deseo son lectores que escuchen a Puccini mientras leen "Un hombre que se parecía a Al Pacino". Y eso está sucediendo con María Victoria Huertas que hace unos días compartió en su muro de Facebook esta fotografía y me dijo: "Ayer estuve escuchando La Bohème de Puccini mientras leía tus cuentos". Acto seguido añadió en un mail: "Estas tardes de otoño tus cuentos me están envolviendo con la música de Beethoven, Mahler, Mozart o Puccini, a los que escucho mientras voy adentrándome en la lectura de las cuatro estaciones de tu libro: "Verano, Primavera, Invierno y Otoño", que encierran tus cuentos, cine, arte y poesía. Todo ligado por una literatura entre el pasado y el presente. Gracias, Justo, por incluirme en tus cuentos. Ha sido una sorpresa muy agradable, como el recuerdo de aquellos años en “Sésamo” y la música de Aznavour "La bohemia". Te doy la mano para seguir recorriendo el mundo".
 
Marcello coge de la mano a Mimí (por cierto, así empieza mi libro anterior, "Poeta en Madrid", 2021, que publicó la editorial Huso de Mayda Bustamante) y lo hace "La Bohème" de Puccini. Al final Mimí muere de tuberculosis, en uno de los momentos más bellos que nos ha regalado la música, como se observa en esta película sobre la ópera que vi en los cines Princesa con Villazón y Netrebko, el poeta bohemio y su musa en una buhardilla de París como la que yo tuve también en el Madrid bohemio de las Letras:
 
El amor y el arte nos hacen inmortales, y por eso no juego a la lotería y me empeño en escribir y en amar.
 

 

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