La tertulia de este martes será por Zoom y la ha preparado para el debate nuestro médico, escritor y tertuliano José Arias Garrido en Salamanca, su lugar de residencia. José entró en mi mundo hace un tiempo leyendo mi novela "Poeta en Madrid" (2021), sacó esa foto y me la envió. Desde entonces participa en nuestra tertulia cuando la hacemos on line cada tres semanas.
José nos ha escrito lo siguiente para que los tertulianos lo vayamos pensando:
Lacan plantea que hay cuatro sexos: hombre, mujer, padre y madre, que son posiciones en el lenguaje. El hombre y la mujer, de manera inconsciente, están continuamente variando de posición.
Un hombre pide que le deseen y una mujer pide que la amen. Un hombre en posición mujer pide que le amen y una mujer en posición hombre pide que le deseen.
La creatividad y la sensibilidad son características femeninas, por eso se escribe en posición femenina. Todo hombre y toda mujer tienen todas las posiciones y posibilidades.
No confundir hombre con masculino y mujer con femenino.
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Me gusta que me hagan pensar, y es lo que estoy haciendo desde que propuse a José este asunto para la tertulia. Y dar vueltas a si la función de "relevo" que puede tener un hombre para una mujer le permita a ella convertirse a veces en "Otra para sí misma", como lo es para él, por la experiencia no solo del goce sexual que afecta al cuerpo sino, más allá, por el encuentro con su ajenidad. Leyendo a Freud y Lacan, el goce masculino no necesita de la palabra, pero es necesario que el hombre hable a la mujer, que la ame para que ella pueda gozar. Del lado femenino, no se puede gozar sino del habla, con preferencia del habla de amor. Ese Otro que le habla confirma que el objeto del deseo podría ser el que llenara su falta. Entiendo que el goce femenino se presenta ilimitado e indescifrable. La mujer puede estar a un paso del sin límite del goce, pero también dispone de una gran inclinación a la hora de hallar una resolución particular para acomodarse con el goce imposible de negativizar y para saber hacer con lo imposible de decir.
También me gusta escuchar esta música con el primer café de un bonito sábado:
What do you want to do ?
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