jueves, 21 de marzo de 2024

"Una tertulia cervantina".


 
Esta es la impresión que me dio hablando ayer por la tarde en Casa Manolo, en el barrio de Argüelles del centro de Madrid, de la novela "Los espíritus de Oksana" del escritor colombiano Giovanni Holguin, aunque lleva más de media vida en Madrid, de la que dice que es la ciudad más abierta y más divertida del mundo. Y por eso invoqué a Cervantes. Y también dije que fue una tertulia que rezumó literatura por los cuatro costados, en la que aparecieron los nombres de Sor Juana Inés de la Cruz, Asunción Silva, Alejo Carpentier, Vargas Vila, García Márquez, Alvaro Mutis, siempre con la sombra de Cervantes en el ambiente, y de la música, puesto que Holguín la incluye en su relato casi antropológico en busca de las raíces sociales, culturales, literarias y musicales de Colombia. Y salió el "danzón" y me acordé de mis clases en la Complutense de "Literatura Hispanoamericana" (disfruté con la asignatura que me explicó la profesora Evangelina Soltero, que casi se apellida como yo) y también de los "danzones" de Arturo Márquez, sobre todo el 2, que Alondra de la Parra dirige con amor, dulzura, sensibilidad e incluso un poquito de erotismo:
 
Sí, esto es una tertulia literaria, amigos míos, mirándonos a los ojos, escuchándonos respirar, interrumpiéndonos, citando a escritores y músicas. Y con una copa de vino en la mesa o el zumo de tomate de mi querido Santiago Martínez o una manzanilla o lo que sea. Así Giovanni se mostró apasionado y enamorado de la literatura, como su presentador Mariwan Shall, y todos los tertulianos, empezando por un dicharachero Javier Del Prado, al que tuve a mi lado. Lo vi más joven, con otro corte de pelo; por lo visto se ha cambiado de peluquero. Tanto Santiago como Javier se ofrecieron a coserme el jersey roto y lleno de agujeros de Zara.
 
Esto es hablar de la vida y del arte.
 
Es el arte de la vida.
 


 
 
 

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