viernes, 8 de marzo de 2024

"Eso de estar nueve meses dentro de una mujer".


Hoy se celebra en todo el mundo el Día de la Mujer, y además hoy murió hace muchos años una cantante peruana que conocí desde pequeño en mi casa porque mi madre canturreaba algunas de sus canciones con la misma dulzura que la propia Chabuca Granda. El caso es que esta lluviosa mañana me he despertado pensando en lo placentero que es estar dentro de una mujer el tiempo que sea. El otro día, sin ir más lejos, terminé en brazos de esta mujer de bronce de la foto. Eso de meterse en el interior de una mujer es una de las cosas más románticas y literarias que le pueden ocurrir a cualquier persona, y si es escritor aún es más novelesco o "peliculero", como me llamaba mi madre. Ay, Justito, siempre estás con tus novelas y tus películas; a este paso, ¿cuándo vas a madurar? En la tertulia del martes hablamos de si los hombres escribimos del lado femenino y viceversa, y salieron Freud, Jung y Lacan en la conversación. Y yo insistí a mis amigos tertulianos en la importancia que siempre me ha parecido esto de estar los primeros nueve meses de vida dentro de una mujer.
 
Ahora me tomo el primer café de este viernes lluvioso y romántico, al menos en Madrid, y muchos años después vuelvo a escuchar "La flor de la canela":
 
Supongo que estar en mis brazos es hacerlo "en brazos del hombre inmaduro", como podría haber dicho Stephen Vizinczey. Ya sabemos que la vida de cada persona no deja de ser en el fondo un falso relato autobiográfico.

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