miércoles, 17 de julio de 2024

"Eso de servir de modelo a los artistas".


 
En 2015 serví de modelo a la artista argentina Silvia Japkin, formada en Israel y que vive en Barcelona. Fue con motivo de la exposición en esta ciudad de la muesta titulada "Seeds of space", en forma de caracolas de papel, como si fueran fósiles marinos que son elipses, espirales, círculos concéntricos, metáforas del mundo extraídas de la poesía, la música y la arquitectura. Entre esas caracolas (la mía era una transformación de la segunda foto que he puesto) estaban la fotógrafa asturiana Sofía Álvarez, que nos acompañó en su día en la tertulia cuando la hacíamos en Malasaña, Anne Fatosme, a la que volví a ver hace poco en Casa Manolo cuando nos visitó el poeta Miguel Veyrat, Núria Ritort, Marisa Ares, etcétera. Silvia y yo no nos vemos desde 2018 en otra exposición sobre la Feria del Libro del Retiro. Pues bien, ayer, a propósito de mi post sobre la película de Woody Allen, Silvia apareció por aquí y me dijo que seguía leyendo mis posts, y esto me hizo mucha ilusión. En ese momento recordé la conversación que tuvimos en 2018 sobre arte, en torno a la figura de Adorno y su obra póstuma, "Teoría estética" (1970). El filósofo alemán Theodor Adorno fue uno de los máximos representantes de la Escuela de Fráncfort y la teoría crítica de inspiración marxista. ​​"El arte es un recuerdo continuo, dijo, de aquello que el espíritu deja fuera, de aquello que no es arte". 
 
En las primeras páginas de su "Teoría estética" dice: "El arte podría tener su contenido en su propia transitoriedad. Puede imaginarse, y no se trata de ninguna posibilidad abstracta, que la gran música solo fuese posible en un determinado período de la humanidad. La revuelta del arte contra el mundo histórico se ha convertido en la revuelta del mundo contra el arte. La crítica de la cultura no tiene porqué hacer callar los gritos más agudos del pesimismo cultural reaccionario: su escándalo ante la idea de que el arte podría haber entrado en la era de su ocaso, idea que Hegel ya tomó en cuenta hace ciento cincuenta años. Hace cien años, la tremenda creación de Rimbaud cumplió en sí misma, de forma anticipatoria, la historia del arte nuevo hasta el último extremo; pero su silencio posterior, su trabajo como asalariado, anticipó también la tendencia del arte nuevo".
 
Este pequeño video resume algunas de las ideas del libro, además con música de Mahler, mi compositor favorito (y de Adorno):
 
Vaya por donde vaya siempre me pregunto qué es el arte. Lo hago cuando miro un edificio, escucho música, leo un libro, observo cómo se posa una avispa sobre una flor.
 
Y celebro que yo pueda servir de inspiración para un artista.
 

 


 

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