No me gusta que se discrimine a nadie por el color de su piel (ya hablaré de una exposición en La Casa Encendida y de una película que vi en este Centro de Arte antes de ayer, en parte con los ojos cerrados). Que se discrimine a nadie por sus inclinaciones sexuales o sus creencias religiosas y políticas.
Desde niño me educaron para respetar la vida de los demás, como una manera de respetarme a mí mismo.
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