lunes, 20 de agosto de 2018

"Verano 1993".

Ayer dije que en el cine español no encontraba películas de la sensibilidad y delicadeza de "Call me by your name". En realidad lo que no suelo encontrar es "El espíritu de la colmena" (1973), de Víctor Erice, la película que siempre pongo como referencia para el cine español y de cualquier sitio. Aunque hay una excepción de este mismo año. No hace mucho vi en los Renoir una película especial.

Frida tiene seis años. Ha perdido a su madre a causa del SIDA, al igual que ocurrió con su padre tres años antes. Desde Barcelona se la llevan a vivir a un pueblo de la Garrotxa con sus tíos y una niña algo más pequeña. Frida es Carla Simón cuando tenía seis años, la directora de la película (Barcelona, 1986). Pero Simón no tiene interés en contar una historia lacrimógena con su ópera prima, hablar de enfermedades y hacer una catarsis personal, solo elaborar una buena película, actual, para estos tiempos. Su intención es mostrar los recuerdos de ese largo verano (tan largos como los de nuestra infancia), casi sin palabras, únicamente desde el punto de vista de la mirada de la niña, e intentar escribir un poema visual. Por eso casi todo lo que ocurre queda fuera de la cámara, lo que hizo que muchos espectadores se fueran antes de acabar porque, obviamente, no estaban viendo una película comercial. En concreto, la relación que se establece entre las dos niñas me recordó algunos pasajes de "El espíritu de la colmena". Ya sé que esto no es cine al uso; no es más que arte.

Siempre he sabido que cuando se mira insistentemente el mar, se puede volar sobre las olas.

(Me han gustado estas dos entrevistas con la directora de la película, una mujer joven, auténtica y con mucho talento. Una es con Buenafuente:

https://www.youtube.com/watch?v=xybI13ccpwU
https://www.youtube.com/watch?v=Nk-O6Ad0_DM)

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