miércoles, 17 de abril de 2019

"Madrid / París a través de tres Cafés literarios".

Ayer no tuvimos tertulia en el Café Gijón, pero aun así me apetece escribir un post sobre ella. 

Albertina de Oria Rueda es una nueva tertuliana de este año que el otro día escribió un texto sobre las tertulias y su entorno madrileño, como si fueran parisinas (la fotografía también es suya). Con ese nombre y su amor por la literatura le he dicho que me recuerda a un personaje de Proust escapado de "En busca del tiempo perdido".
Este es su texto:

"Me he sentado en el suelo, en pleno centro del Paseo de Recoletos, para mirar y remirar las hileras de árboles, los palacetes, la gran bandera de Colón y la diosa Cibeles. Me gusta contar los árboles y agruparlos por especies botánicas, colores y olores. A los palacios les pongo nombres: el del marqués de Salamanca, el del Consejo General de la Abogacía, el de la sala de exposiciones de Mapfre, el de la Casa de América. A la bandera la miro y pienso cuantos trajes podría cortar Ruiz de la Prada. Y al mirar a la diosa Cibeles tengo tanta envidia que me pongo tiñosa. 

En el centro de todo el Café Gijón.

Esta tarde he visto entrar a Valle Inclán, con sus escritos bajo el brazo, para asistir a la tertulia y he corrido como una posesa para poder verle mejor, pero se ha evaporado en una nube densa tras la que se veía, al disiparse, a la gente asomada a las ventanas, tomando su café mientras dejaban pasar el tiempo.

En el Café Gijón siguen los mismos muebles, cuadros, mesas, camareros, todo sigue igual. Pasas el umbral y te das de bruces con la mejor tertulia de Madrid, la de Justo Sotelo. Las prepara como si no hiciera nada, como si se colara tras los pasos del autor de Luces de Bohemia o de Don Antonio en su camino a Collioure. Es la tertulia en la que se ensalza la libertad que da la palabra, cuando se busca escribir literatura de la buena. Es la esencia de las presencias del Café Gijón, las de la planta baja".

Hasta aquí su texto.

Tras leerlo de nuevo he recordado los dos Cafés más famosos de París, que están en Saint-Germain-des-Prés, uno al lado del otro, Les Deux Magots, el preferido de Cortázar, y el de Flore donde siempre iban a leer y escribir Beauvoir y Sartre, y donde podría aparecer en cualquier momento Mireille Mathieu para cantar "Un monde avec toi" y "La derniêre valse", mientras un video nos enseña esos Cafés y nosotros nos ponemos a bailar con el amor de nuestra vida:

https://www.youtube.com/watch?v=tQ9ECWayYNE

No hay comentarios:

Publicar un comentario