jueves, 11 de abril de 2019

Ficción o realidad a propósito de "El orden del día", de Éric Vuillard.

A las cinco he quedado con el escritor y periodista Javier Valenzuela en el "Café Comercial" de la Glorieta de Bilbao para tomarnos algo. Después de hablar un rato sobre el futuro del periodismo y la literatura, nos levantamos y nos dirigimos hacia la puerta giratoria de la entrada. Entonces nos detiene un señor de sesenta y tantos años que nos muestra una novela, "El orden del día", de Éric Vuillard (Lyon, 1968), que ganó el premio Goncourt hace un par de años y ha mantenido una fuerte polémica con el historiador Robert Paxton (Virginia, 1932). El tipo nos dice que es un fiel lector de "Infolibre", el periódico de Javier donde este habló hace poco de esa novela. Ya lo leía cuando Javier dirigía EL PAÍS.
 
La eterna discusión entre la ficción y la realidad ya se encontraba en Platón y se reproduce en el Quijote y otras muchas obras de ficción y no ficción. A algunos historiadores siempre les ha molestado que los novelistas se metan en su terreno, y a algunos novelistas que los historiadores siempre tengan razón. Éric Vuillard escribe ficciones reales o pseudonovelas; observa algún hecho histórico, se documenta sobre él y lo reconstruye. En menos de 150 páginas, su novela analiza el fenómeno del nazismo en tres momentos. Una reunión de Hitler en febrero de 1933 con empresarios alemanes con el fin de recaudar fondos; un almuerzo de Ribbentrop, que es embajador saliente de Alemania en Londres y ya ministro de Exteriores, con el primer ministro británico Chamberlain en marzo de 1938, y la invasión de Austria por parte de Alemania en esas mismas fechas. Y todo esto le parece poco serio al historiador. Paxton es un reputado historiador que escribe siempre con las fuentes bibliográficas, los testimonios y los archivos a mano. Si se pretende hablar de la verdad de la historia, hay que hacerlo con un conocimiento profundo de las cosas.

Javier y yo charlamos unos minutos con este señor y nos vamos de paseo. Entonces comento que en la última película de Almodóvar, "Dolor y gloria", hay muchas referencias literarias. Aparecen por allí Shakespeare, Cocteau, Tennessee Williams, Chirbes, Pessoa, Bolaño y Vuillard. En varias escenas el personaje que interpreta Banderas, el "álter ego" de Almodóvar, lee "El orden del día".

¿Casualidad, ficción o realidad?


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