domingo, 15 de marzo de 2020

Hoy quiero tomarme el primer café de este extraño y silencioso domingo con mi cura favorito.

Había quedado en acercarme a su misa de todos los domingos a la que voy a veces solo porque la imparte él, yo, que no soy más que un "santo laico", como me define Javier. Y para comer después a su lado en ese restaurante donde termina el autobús (me gusta acercarme a los sitios donde terminan las cosas, al último faro de Finisterre, a la última playa del Mediterráneo y el Cantábrico, a la isla rodeada por el Océano y, por supuesto, al lugar donde terminan los besos de ella para que vuelvan a comenzar). Esta mañana me apetece estar con Javier Ruiz de Arcaute, aunque no pueda estar con él, y volverme a poner ese sombrero de la fotografía y hacer el tonto, algo que se me da como hongos. Javier es una de las personas más buenas que he conocido, con las que más me he reído en mi vida y a las que más quiero. Siempre ha estado a mi lado cuando lo he necesitado, y yo siempre junto a él.

¿He dicho alguna vez que lo que más me gusta es reírme, hacer el tonto, querer a las buenas personas y besar?

No hay comentarios:

Publicar un comentario