martes, 17 de marzo de 2020

"La subversión de Beti García", de José Avello.

Esta tarde no habrá tertulia en el "Café Gijón". No obstante, quiero contar una historia que me ha sucedido en ella este año. Hace un par de meses se incorporó la economista Milagros Gonzalvo (se encuentra a mi izquierda en la tertulia del martes pasado). Tras seguirme en esta red social, me dijo que quería conocerme. El otro día me regaló una novela. Era de José Avello, un escritor fallecido en 2015 (en la segunda fotografía). Como nunca pregunto a nadie por su vida privada, salvo que me la quieran contar, desconocía que Avello había sido su marido. Nació en Cangas del Narcea en 1943. Estudió Derecho en la Universidad de Oviedo y la Complutense. Dio clase de Teoría de la Comunicación y Sociología de la Cultura en la Facultad de Bellas Artes de Madrid. Solamente escribió dos novelas, "La subversión de Beti García" (1983), que fue finalista en el Nadal y que es la que me entregó Milagros, y "Jugadores de billar" (2001), que leí en su día tras ser finalista del Nacional de Narrativa. La recuerdo bien. Es la historia de cuatro amigos aficionados al billar que cada noche se van al bar Mercurio, en la calle Mon, y a partir de las continuas conversaciones que mantienen mientras juegan recrean la ciudad de Oviedo y en realidad de todo el mundo por metonimia, como hizo Clarín con "La Regenta". Desde que la leí pensé que era una de las grandes novelas españolas de los últimos tiempos.

Anoche empecé a leer la historia de la familia de Beti García, una mezcla de Clarín y Pérez de Ayala, que Avello estuvo escribiendo diez años y que llegó a tener 1000 páginas, hasta quedar reducida a la cuarta parte. Ni que decir tiene que esta es la literatura que me gusta, la que no nace del escritor profesional, sino que surge en un momento determinado porque tenía que hacerlo, y ahí se queda.

Siempre he creído que el mundo está lleno de cosas que merecen la pena, y me gusta encontrarlas. O que me encuentren a mí.


1 comentario:

  1. Me parece fantastico que todo el mundo aporte algo desde su propia historia.

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