sábado, 14 de marzo de 2020

"Y cómo es él".

Como he contado tantas veces, una de las cosas que más me gustan en el mundo es pasear, lentamente, distraídamente, como esperando que nunca ocurra nada, quizá porque siempre ocurre. Vivimos tiempos en que apenas se puede pasear por ningún sitio, pero sé que es algo temporal; muy pronto volverán los paseos de la misma manera en que pronto llegará la primavera. Lo harán los niños de la mano de sus abuelos, el padre y la madre también de la mano, los novios flotando de tanto amor como les desborda el pecho. Paseando el otro día por mi querido Madrid me encontré con un viejo Café que continúa llamándose "moderno", al igual que ocurre en otras ciudades españolas. Me dio tiempo a ver un hostal que me recordó a un cantante de mi juventud, y entonces me vino a la cabeza su canción más conocida. Y la estuve tarareando durante un buen rato.

Porque quién no se ha preguntado alguna vez en qué lugar se enamoró de ti.

https://www.youtube.com/watch?v=XBA5J0B2Llg


1 comentario:

  1. Leer a Justo Sotelo es como el mismo modo adentrarse en el Dublín de James Joyce, un Londres de Charles Dickens, una Nueva York de F. Scott Fitzgerald, una Lisboa de Fernando Pessoa, un París de Honoré de Balzac, una Barcelona de Sagarra y de Marsé, una Viena de Robert Musil, un Berlín de Walter Benjamin, existe un Madrid de Lope, de Mesonero Romanos, de Larra, de Benito Pérez Galdós, de Baroja, de Cassino Assens, de Carlos Arniches, de Gómez de la Serna, de Valle-Inclán" tal y como queda reflejado en el libro "Un Madrid literario" (Lunwerg y Ayuntamiento de Madrid) en el Museo de la Ciudad. Se trata de un proyecto en el que hemos trabajado intensamente durante bastante tiempo, y que reúne, junto con mi visión de la ciudad al hilo de la literatura, un texto de Caballero Bonald, "Biografía literaria de Madrid", ilustrado con una selección de fotografías de época editadas por Publio López Mondéjar. Leer a Justo Sotelo es rescatar la fantasía y la erudición, la cartografía en el tiempo y el espacio de la vida abriendo senderos y caminos ante las encrucijadas del mismo modo que lo consigue Claudio Magris en su libro "El infinito viajar" donde se nos incita a vivir el viaje como experiencia existencial, rescatarle del mero consumismo turístico y resaltar los aspectos artísticos y literarios de cada lugar. En definitiva, leerte cada mañana es una maravilla. Un beso escritor.

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