No voy a hablar de esta estupenda película de
Vincente Minnelli, estrenada en 1956, donde una vez más se intenta
defender a las personas "distintas" o diferentes de la mayoría, en esta
ocasión por su inclinación sexual dentro de una sociedad machista y
homófoba, sino de la propia semántica textual del título. Esta hermosa
mañana de primavera he sustituido el café por una taza de té con leche.
La afición al té la adquirí durante mis viajes con Paqui por el Reino
Unido y la completé en mis paseos por la India y varios países
africanos. Y mientras lo hago pienso que esta primavera no ha habido
Feria del Libro en el Retiro, ni he podido contar, por tanto, con la
simpática visita de mis alumnos, como se observa en estas fotografías de
los últimos años. Llevaba muchos años sin faltar a esta Feria, ya fuera
como simple paseante o como autor de libros de economía, novelas y
cuentos.
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