lunes, 22 de junio de 2020

"Chet Baker, en la tertulia de mañana martes del Café Gijón".

Baker es uno de los grandes trompetistas del jazz, hipnótico y absorbente, que me resulta fascinante. Como sé que también le gusta mucho a nuestro tertuliano Antonio Infante, le he pedido que nos hable de él y de una época especial en la historia de la literatura y la música de Estados Unidos.
Me ha enviado el siguiente texto:
"Chet Baker, un triste solo de trompeta". En "La voz del ángel desdentado" (El País 15/09/2009), Elsa Fernández-Santos dijo que era un "trompetista desdentado con voz de ángel, yonqui errante amante de los coches caros y las mujeres bellas, un mito al que perseguían demasiadas leyendas, algunas gloriosas, otras innombrables". Por una deuda de droga, unos acreedores le rompieron los dientes como venganza. Sin dientes nadie es capaz de tocar la trompeta. Y en "La generación Beat, crónica del movimiento que agitó el arte y la cultura contemporáneas", Bruce Cook dice de los escritores que la encabezaron, como Jack Kerouac, William Burroughs y Allen Ginsberg, que "aunque nunca habían sido tomados en serio por el establishment literario, durante un tiempo fascinaron a la prensa popular como representantes de la revuelta en una época muy dócil". Luego lo remata asegurando que "los beats eran todo -y lo único- que estaba sucediendo". Antes de que el rock irrumpiera con fuerza, el jazz hizo su viaje revolucionario, desde el Ragtime, de la primera década del siglo XX, hasta el Bebop, que irrumpe tras las big-bands anteriores a la Segunda Guerra Mundial. Charlie Parker, Chet Baker y otros hicieron algo más que poner música de fondo al movimiento Beat. Se inmolaron en el altar de las drogas ante un público que creía estar viviendo una revolución y quedó en simple rebelión formal hasta el definitivo parón que se produjo el año 1968. ¿Qué ha quedado de la época que inauguró la generación Beat?"

Y esto lo añado yo:

Esta grabación es de 1987, en Tokio, un año antes de que Chet Baker, el 13 de mayo de 1988, derrotado ya por la heroína, falleciera al caerse desde la ventana de un modesto hotel de Amsterdam. Tenía 59 años. El 11 de marzo de 1988 había dado en Madrid su penúltimo concierto en el Colegio Mayor San Juan Evangelista, un auténtico templo del jazz:

https://www.youtube.com/watch?v=z4PKzz81m5c

Esta es la actuación en directo en Tokio:

https://www.youtube.com/watch?v=Kjf6gb8hjW8



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