martes, 14 de julio de 2020

"Las puertas de la percepción".

No sé si esta noche he soñado que alguien me hablaba de una canción de The Doors, "Break On Through" (1967), de su primer álbum:

https://www.youtube.com/watch?v=RUyXaDcWxC4.

Este grupo tomó el nombre de un ensayo de Aldous Huxley, "Las puertas de la percepción" (1954) y la canción anterior habla de ello. El autor de "Un mundo feliz" se basó en un verso del poeta romántico William Blake, de su libro "Matrimonio del cielo y el infierno" (1793):

"Si las puertas de la percepción se purificaran todo se le aparecería al hombre como es, infinito".

Huxley creía que tomando mescalina, el tiempo y el espacio desaparecerían de su cerebro y podrían abrirse las puertas de la percepción. La Generación Beat, The Doors y toda la época del LSD no hubieran existido sin Huxley y el poeta y pintor belga Henri Michaux, que continuó con sus ideas. Michaux también experimentó con la mescalina, abrió y cerró puertas perceptivas y lo contó en "Misérable miracle", en 1956 o "Connaissance par les gouffres", en 1961. El primero que me habló de William Blake fue el escritor y pintor Miguel Ángel Andés. Hace un par de años escribí sobre ello en mi blog:

https://sotelojusto.blogspot.com/2018/12/siempre-me-han-atraido-las-personas.html

Mi novela "Las mentiras inexactas" (2012), empieza cuando la profesora de literatura Nora Acosta se dirige a la librería de la Plaza Santa Ana del centro de Madrid. La primera frase de la novela es: "Empujó la puerta y entró con curiosidad".
 



 

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