jueves, 9 de julio de 2020

"Sobre eso que llamamos calidad en la literatura y la música".

Una caricatura sobre Cortázar que me dedicó el domingo pasado el filósofo sevillano Ruben Muñoz Martinez me lleva a plantearme ciertas cosas sobre lo que significa la calidad inherente en las obras de arte, mientras me tomo un café en esta calurosa mañana de verano, aunque ahora corre un poco el aire. Rubén Muñoz es un amigo de esta red social desde hace años, a pesar de que no nos conocemos en persona. Profesor de "Estética" y enamorado de las caricaturas, así ha publicado "Tratamiento ontológico del silencio en Heidegger" (2006), "Elogio de la contemplación" (2012), "Gramáticas del silencio" (2014) y "Apuntes para una poética del arte" (2017), que sí que he leído.

Decía que este domingo me dedicó un dibujó sobre Cortázar: "El fantástico Julio Cortázar. Dedicado al escritor Justo Sotelo, que son tan distintos y tan iguales". Amanece con prisas, me tomo ese café y escucho en la terraza un disco de jazz donde resurge el saxo soprano de Coltrane:

https://www.youtube.com/watch?v=UlFNy9iWrpE

Creo que Contrane era alguien realmente espiritual, tal vez como Cortázar, y los dos encontraron a su Maga particular. "My favorite things" es un disco donde Coltrane utilizó la popular canción de "Sonrisas y lágrimas", le quitó el almíbar que pudiera tener y la convirtió en uno de esos grandes clásicos de su carrera. El resto también se basa en canciones muy conocidas como "Ev'ry Time We Say Goodbye", de Cole Porter, y "Summertime" y "But not for me", de los Gershwin. Es como si Cortázar todavía estuviera escribiendo "Bestiario" o "Las armas secretas" antes de que llegara "Rayuela". Porque en "A love supreme" John Coltrane ya mezcla el "hard bop" de sus años en el quinteto de Miles Davis con el "jazz modal" y el "free jazz" de su carrera en solitario, algo similar a lo que hizo Cortázar con su obra maestra y lo que intento hacer yo con mis novelas, cuentos y todo lo que escribo en revistas y cualquier parte, incluidas las redes sociales, buscando nuevos caminos en la literatura; estamos en pleno siglo XXI, pero esta me sigue pareciendo demasiado conservadora. Ahí están, junto a John Contrane, Jimmy Garrison al bajo, Elvin Jones a la batería y el pianista McCoy Tyner. Y entre los cuatro grabarán uno de los discos más intensos y espirituales que he escuchado. Una vez Davis dijo a Contrane que no podía tocar todo a la vez, aunque en este disco el alumno refutó a su maestro, como hizo Cortázar con su propia obra anterior.

"Como si se pudiese elegir en el amor, como si no fuera un rayo que te parte los huesos y te deja estaqueado en la mitad del patio".

"A love supreme":

https://www.youtube.com/watch?v=ll3CMgiUPuU



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