Como Rafael es uno de los dueños del Comercial, pensamos que era el
sitio ideal para tomarnos un café y, en su caso, un Gin-tonic (una de
sus novelas se titula casualmente "El último Gin-tonic). Rafael es
vicepresidente de ACE (Asociación Colegial de Escritores de España),
novelista, poeta y profesor, y acaba de publicar una nueva novela,
"Necesito una isla grande". Me la llevó y
dedicó con afecto. Plantea la posibilidad de vivir hasta el final sin
sentirse prescindible por la sociedad y uno mismo. Le he prometido
leerla y escribir una reseña. Hablamos de cómo veíamos el mundillo
literario de este país, y se refirió al Fondo Covid 19 creado por CEDRO,
dotado con medio millón de euros y destinado a escritores y traductores
en dificultades, a propuesta de Manuel Rico, presidente de ACE. En
cierto momento salió a relucir un tema que relacionó a nuestros padres, y
es que ambos fueron carabineros con la República y perdieron aquella
guerra. Su padre no se exilió, como le ocurrió al mío, pero vivió de
cerca la muerte de algunos amigos, por ejemplo, en la batalla del Ebro.
Me tomo el primer café de la mañana.
Está chispeando en la calle. Huele a tierra mojada, aunque estoy rodeado
del asfalto de la ciudad, que es donde me gusta vivir. Hay algo de la
Física Cuántica que nos afecta en este siglo XXI o, más bien, de la
Teoría del Caos.
Y tengo que entenderlo para poder contarlo.
Y tengo que entenderlo para poder contarlo.
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