jueves, 2 de julio de 2020

"El acto mágico de releer un libro".

"Siempre me pregunto por qué me gusta tanto el libro de "Cuentos de los Viernes", y por qué cuando no puedo verlo, tocarlo o leerlo, surge en mí su imagen. Creo que tengo la respuesta, o al menos la que es válida para mí. Una respuesta global y universal que impregna todo el libro, el amor. Una respuesta subdividida en tres apartados, como también es la estructura del libro. 

La primera parte se refiere a la INFANCIA, mi infancia. Una de las cosas que recuerdo con más ilusión de esa época son los cuentos que me regalaban, los que yo les leía a mis hermanos, sentados a mi alrededor, en los que me sumergía y dejaba el mundo real por un instante, para elegir convertirme en el personaje que me gustaba. Por eso tal vez los "Cuentos de los Viernes" me han trasladado a mi infancia, los verdaderos cimientos de la mujer que soy. "El Tiovivo" me gusta especialmente, y es que en la vida hay imágenes especialmente grabadas. Me recuerdo siempre con la mirada vuelta hacia atrás, pasando de largo; pero el día que había parada, que podías observar uno por uno los majestuosos caballos, cuando al fin subías, entonces eras princesa por un día. 
La otra parte de la respuesta es el PROTAGONISMO, que cuenten contigo, que formes parte de la historia, que te dejen participar, que no tengas que salir del mundo real, que estés ya ahí inmerso en el relato, porque lo has vivido y lo has experimentado, porque lo has compartido todos los Viernes. Y nuevamente tiene los mismos ingredientes, la ilusión, la alegría, la espera, para volver al punto de partida: "el viernes", y para volver al Tiovivo que gira y rueda y para y vuelve a empezar. 

Y la última parte de la respuesta, pero no por ello la menos importante. El libro de Sotelo me gusta porque refleja la VIDA, porque es al final de la vida cuando entiendes lo que es la vida, y te tumbas en la arena de la playa, ya sin palabras, desnuda, y sientes la mirada de tu amado, dormida". 

Pilar Benito Alonso (Dakar, Viernes 19 de Junio 2020). 

(Es un mail que me envió la profesora de historia el viernes pasado, una nueva forma de literatura epistolar que me ha recordado dos de mis libros favoritos escritos con esta técnica en el siglo XVIII, "Julia o la nueva Eloísa", de Rousseau, y "Las amistades peligrosas", de Choderlos de Laclos". En realidad los seres humanos solo sabemos escribir de una manera).



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