sábado, 11 de julio de 2020

Volví a verla anoche y me gustó más que cuando se estrenó en 1991.

Este pasado mes de enero el MoMA de Nueva York la proyectó y estuvieron sus dos protagonistas, Susan Sarandon y Geena Davis. Los organizadores del acto fueron "Women in motion", movimiento que pide un mayor peso de las mujeres en la industria del cine. Y eligió celebrar esta película por ser un canto al feminismo, una "road movie" sobre la rebeldía y el compañerismo. Su mensaje antimachista y femenino (en absoluto feminista) sigue vigente en todo el mundo. El poder económico y político continúa en manos de los hombres, y tengo la sensación de que muchos hombres todavía creen que las mujeres son sus posesiones y les pertenecen (padres, maridos, novios, jefes, compañeros de trabajo). El guión de Callie Khourie habla de mujeres que se caen y se levantan, que no están dispuestas a ser tratadas como algo inferior. Y dicen "no".

Esta es la escena final por la que esta película ha pasado ya a la historia del cine. Y tiene su sitio en el MoMa y podría tenerlo en cualquier museo de arte contemporáneo como el Reina Sofía de Madrid:

https://www.youtube.com/watch?v=66CP-pq7Cx0

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